El mes de octubre es la transición definitiva entre los últimos vestigios del verano y los meses oscuros y fríos. Para la elaboración de nuestros platos, contamos con los últimos ingredientes de la cosecha estival y los primeros de esta temporada. La mayoría de ellos tienen colores brillantes gracias a los elementos antioxidantes que protegerán el sistema inmunológico de los rigores de la temporada.

Alimentos de temporada
Entre las frutas, todavía se encuentran los últimos melones y melocotones en el mercado, muy dulces y maduros, así como uvas y bayas de color oscuro, llenas de antocianinas. Y ya llegan los caquis, las primeras mandarinas, las granadas y las chirimoyas. Todos ellos son muy ricos en vitamina C y en betacaroteno precursor de la vitamina A. Excepcionalmente abundantes en el anaranjado betacaroteno son también los maíces, las calabazas y los boniatos, propios de este mes.
Empieza la temporada de frutos secos, aunque la reina de octubre es la humilde castaña, una nutritiva fuente de carbohidratos y energía. Con estos ingredientes se pueden elaborar deliciosos platos y tentempiés:
- Zumos frescos de frutas: Mandarinas, granadas, limones y naranjas, se exprimen fácilmente cortándolas por la mitad, y aseguran un desayuno o merienda lleno de vitaminas.
- Macedonias y batidos: Con uvas, moras, arándanos, granada, caqui y chirimoya, en diferentes combinaciones. Se les puede añadir bebidas vegetales, al gusto.
- Ensaladas: A las lechugas de todo el año se les comienzan a unir otras verduras de hoja como apio, escarola, endivia, achicoria, col lombarda, kale y berros. No se debe olvidar que una ensalada al día es imprescindible para una salud equilibrada.
- Raíces: Remolachas, zanahorias y rabanitos serán el complemento perfecto para estas ensaladas de hoja, aportando sus vitaminas y minerales.
En octubre contamos con los últimos ingredientes de la cosecha estival y los primeros de esta temporada
Platos de temporada para octubre
- Gazpacho blanco. Se elabora con ajo, almendras, pan, agua, aceite de oliva, vinagre y sal. Se condimenta con uvas blancas. Ideal para los mediodías en que el calor todavía se deja sentir.
- Aperitivo de níscalos (robellones). Las setas son las estrellas del otoño y entre ellas los níscalos son de las primeras en aparecer. Son ricos en proteoglucanos, elementos exclusivos de los hongos que fortalecen el sistema inmunológico. Los podemos tomar tal cual, a la plancha, vuelta y vuelta, aderezados de ajo y perejil, o hierbas de bosque como tomillo y ajedrea. Igualmente, son ideales en estofados con proteínas vegetales de soja o seitán.
- Castañas con coles de Bruselas. Además de las clásicas castañas asadas, estas frutas secas son un antiquísimo ingrediente de nuestra cocina, anterior a las patatas. Combinan a la perfección con todo tipo de coles, coliflores, brécol y lombardas, que empiezan su temporada. Las coles son de la familia de las crucíferas y destacan por el alto poder antioxidante de sus elementos azufrados. Para ello, se hierven quince minutos con semillas de anís o comino y luego se pelan, mientras que las coles de Bruselas se cuecen al vapor. Finalmente, se saltean ambos ingredientes en un poco de aceite.
- Calabaza asada. Sencillamente cortada en gajos y asada al horno, la calabaza carameliza sus carbohidratos y se convierte en plato delicioso. Pero además admite exquisitos rellenos, como son los puerros, con los que combina a la perfección. Se asa media calabaza redonda en el horno. Y mientras tanto, se prepara un salteado de puerros con pimiento verde, nuez moscada y pimienta, que se cuajará con una cucharada de lino o de chía molidos. Se incorpora dentro de la calabaza y se gratina con pan rallado y semillas de calabaza por encima.
Con estos ingredientes se pueden elaborar deliciosos platos y tentempiés
- Mazorcas de maíz. El maíz acaba su temporada, pero todavía es posible encontrar mazorcas tiernas, que se pueden hervir o bien asar en una parrilla, como uno de los mayores placeres gastronómicos. Se pueden aderezar con aceite o con salsa de aguacate, como el guacamole.
- Empanadillas de boniato. Los boniatos son una increíble fuente de betacarotenos pro vitamina A. Es común tomarlos asados y cada vez más se encuentran así en hornos y otros establecimientos. Pero su sabor dulce se presta para elaborar repostería sin azúcar, simplemente cociéndolos con una ramita de canela y elaborando empanadillas con ellos. Para la masa, se usa un vasito de agua o infusión de anís, medio de aceite y la harina que admita, hasta lograr una masa que se pueda estirar con rodillo y recortar en círculos. Se rellenan con la pulpa de boniato chafada con un tenedor. Se puede agregar almendra molida.
Autora: Mercedes Blasco, Nutricionista, Máster en Nutrición y salud
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