A principios de octubre del 2021, los medios de comunicación británicos divulgaron una nueva crisis animal, de una naturaleza bastante diferente de la habitual. Los veganos somos muy conscientes de que los cerdos de cría intensiva viven una vida llena de dolor, ansiedad y sufrimiento.
Una crisis animal poco habitual
Sabemos que casi no tienen espacio para moverse, se les sobrealimenta para que lleguen a tamaños tan exagerados que su cuerpo no los puede tolerar, no ven la luz del día por mucho tiempo (algunos toda su vida), y se les mata de una forma horrible. Las imágenes del documental vegano Dominion donde se ve como los cerdos gritan en las cámaras de gas donde se les ahoga son una de las más chocantes que he visto. Pero esta nueva crisis es totalmente diferente. Se ha definido como una crisis que afecta a los agricultores de ganado porcino, más que a los cerdos mismos. Pero veamos si es así.
Falta de mano de obra
La industria de la carne es uno de los muchos sectores de la economía del Reino Unido que se enfrentan a la escasez de mano de obra vinculada al Brexit y la pandemia. Esto implica una falta de repartidores y conductores que afecta a las cadenas de suministro, y una falta de trabajadores en mataderos. El resultado es que las granjas británicas de cerdos han empezado a matar a los cerdos ellos mismos para hacer espacio a los nuevos animales que crían.
Los criadores de cerdos advirtieron durante varias semanas que la escasez de mano de obra en los mataderos ha provocado una acumulación de hasta 120.000 cerdos que quedaron varados en las granjas mucho después de que deberían haber ido al matadero. Según Zoe Davies, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Ganado Porcino, más de 600 cerdos ya han sido matados en granjas de todo el país.
Los veganos somos muy conscientes de que los cerdos de cría intensiva viven una vida llena de dolor, ansiedad y sufrimiento
¿Pero por qué los matan en las granjas y no esperan a que se solucione la crisis?
Porque los animales que los granjeros consideran que ya estaban listos para ir al matadero, pero aún están en las granjas, requieren más alimentación y espacio de lo planeado, y los ganaderos se quejan de que esto les genera dificultades financieras. Dicen que si los cerdos crecen demasiado mientras esperan su turno a ir al matadero, se vuelven demasiado grandes para que los puedan manejar. También parece que algunos granjeros están incluso sacrificando lechones para evitar el problema. Y como los cerdos morirán en la granja y no en los mataderos, su carne no puede ser aprobada para el consumo humano y, por lo tanto, no ingresarán a la cadena alimentaria.
Para solucionar el problema, la industria ha pedido al gobierno que introduzca una «visa de recuperación Covid-19» para reclutar trabajadores en el extranjero y aliviar temporalmente la interrupción en la cadena de suministro de alimentos.
La crisis porcina desde el punto de vista de los cerdos
Esto es lo que la prensa ha anunciado, pero veamos esta crisis otra vez desde el punto de vista de los cerdos. Todos y cada uno de los cerdos que se están matando en las granjas estaban destinados a morir en el matadero. Quién sabe qué métodos los granjeros van a usar para matarlos, pero la verdad es que los métodos usados en los mataderos no van a ser mucho mejores. Aunque en teoría la legislación de bienestar animal obliga a matar a animales de granja humanamente, no existe una matanza humanitaria.
Las leyes europeas y del Reino Unido estipulan que los animales deben ser aturdidos de manera efectiva antes del sacrificio, salvo excepciones por algunas circunstancias religiosas. Pero las cámaras de gas usadas para cerdos con este fin les causan mucho sufrimiento. En tales cámaras de CO2 concentrado, los cerdos entran en pánico, intentan desesperadamente escapar, y jadean mucho antes de caerse y perder el conocimiento un minuto o más después (posiblemente más). Tal método no se ajusta a la definición de sacrificio humanitario dado que el aturdimiento no es instantáneo.
Cerdos modificados por la industria
Quizás la única diferencia para los cerdos es que van a vivir unos días más. ¿Pero en qué condiciones? Si los agricultores dicen que como no paran de crecer ya no los pueden manejar si llegan a un tamaño demasiado grande, esto quiere decir que tales cerdos casi no podrían moverse, incluso si se les liberara. Los cerdos están genética y ambientalmente tan modificados por la industria porcina, que su cuerpo apenas los puede sostener. Viven una vida miserable causada por las condiciones de cautiverio de las granjas, y de sus genes. Aunque cualquier animal tiene derecho a su vida, me pregunto si los cerdos mismos consideran que la crisis actual simplemente les alarga su calvario.
Un vegano siempre va a estar en contra de la industria porcina, y la crisis actual es de hecho irrelevante
Por cierto, también existe una escasez internacional de CO2 para uso industrial (lo que es irónico considerando que la humanidad está destruyendo el planeta por una producción excesiva de CO2), lo que ha generado la suspensión temporal de algunos mataderos de cerdos por falta de gas.
La crisis porcina desde el punto de vista del veganismo
Ya hemos visto la crisis desde el punto de vista de los granjeros y de los cerdos. Veámosla ahora desde el prisma de un vegano como yo. El veganismo ético es la filosofía que busca excluir cualquier tipo de explotación animal. El motivo es que tal explotación daña a los animales, que son seres sintientes que tienen la capacidad de sufrir.
Ya sabemos que los cerdos sufren en cualquier tipo de explotación. Sufren inmensamente en granjas de cría intensiva, pero también en cualquier otra granja ya que, al fin y al cabo, también se los va a matar para producir comida. Por tanto, un vegano siempre va a estar en contra de la industria porcina, y la crisis actual es de hecho irrelevante ya que el problema no es quien va a matar a los cerdos, donde y cuando, sino que los cerdos fueron criados por esta industria con una condena de muerte ya atribuida desde el nacimiento. Desde el punto de vista vegano, tales cerdos no deberían existir. Pero sí existen, y la crisis es real para algunos.
¿Cuál sería la solución que un vegano ético propondría a tal crisis?
Pues parar la cría de cerdos. No matarlos en las granjas para dar espacio a nuevos cerdos, sino parar la cría completamente (que no es una cría natural sino forzada, y por tanto totalmente controlada por los granjeros). Y si a los agricultores porcinos no les parece que esto es económicamente factible, pues entonces que abandonen la cría de ganado y que se conviertan a la producción de vegetales, que no necesitan mataderos.
La solución a la crisis es clara. Reconvertir el sector ganadero a agricultura regenerativa vegánica
Pero el veganismo se preocupa de todos los animales, incluyendo el animal humano. Nos deberíamos preguntar por qué hay tanta falta de mano de obra en mataderos. ¿Es porque es un trabajo horrible que la mayoría de la gente no quiere hacer? De hecho, se ha relacionado con múltiples problemas de salud mental. Incluso se habla del síndrome de «estrés traumático inducido por el agresor», refiriéndose a los síntomas del trastorno de estrés postraumático que sufren los trabajadores de los mataderos. Los cerdos sufren, pero parece que los trabajadores también.
La solución a la crisis es clara. Reconvertir el sector ganadero a agricultura regenerativa vegánica, que es la que causa menos daño a todos, y crea los productos más saludables.
Autor: Jordi Casamitjana, Zoólogo especialista en comportamiento animal
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