Muchas personas veganas se cuestionan la dieta de los animales que viven con ellos. No quieren darles las sobras de otros animales destinados al consumo humano y buscan alternativas libres de sufrimiento. Pero ¿pueden los perros y gatos ser veganos? Hay mucha controversia sobre el tema y voces totalmente opuestas entre los expertos.

Dietas nutricionalmente completas y equilibradas
«Tanto los gatos como los perros pueden prosperar con dietas vegetarianas, pero estas deben ser nutricionalmente completas y razonablemente equilibradas», afirman los profesores de la Universidad de Winchester, Andrew Knight y Madelaine Leitsberger, en el estudio Vegetarian versus Meat-Based Diets for Companion Animals (Dietas vegetarianas versus dietas a base de carne para animales de compañía).
Existen diferencias entre perros y gatos. Los primeros son omnívoros, como los humanos, mientras que los segundos son carnívoros estrictos.
«Debido a que los perros descienden de omnívoros, no son consumidores de carne estrictos. Son notablemente adaptables a una amplia gama de ingredientes, texturas y formas. Aunque muchos perros pueden preferir proteínas de origen animal, también pueden prosperar con una dieta vegetariana», afirma el National Research Council of the National Academies de los Estados Unidos en Nutrient Requirements of Dogs and Cats.
Diferencias entre perros y gatos
En 1994, la organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) publicó una encuesta sobre la salud de 300 perros vegetarianos de Estados Unidos y Canadá. El 65,3% eran veganos (vegetarianos estrictos) y el 34,7% seguían una dieta ovo-lacto-vegetariana. La conclusión fue que el 82% de los animales que habían sido veganos durante cinco años o más tenían una buena o excelente salud; y el 77% entre los que habían sido ovo-lacto-vegetarianos.
Los gatos sí que son carnívoros estrictos. Según afirma la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA, por sus siglas en inglés), «no están adaptados para llevar una dieta vegetal». «No pueden digerir bien el material vegetal y requieren nutrientes esenciales que sólo la carne puede proporcionarles», añaden.
Los perros, los gatos, y de hecho todas las especies, requieren nutrientes específicos, en lugar de ingredientes específicos
Estos felinos pueden tener problemas para procesar los carbohidratos. Tampoco pueden producir ciertas proteínas por sí mismos, como la taurina, y las consiguen de los alimentos, siendo la carne de res, el pollo y el pescado fuentes particularmente ricas. Tal y como detalla la ASPCA, los gatos que no tienen suficiente taurina corren el riesgo de desarrollar un problema cardíaco conocido como miocardiopatía dilatada, una enfermedad fatal si no se corrige a tiempo.
Una «adaptación evolutiva»
Por su parte, el profesor Knight asegura que, si bien los gatos que viven en la naturaleza están forzados a cazar para sobrevivir, no así los domésticos que pueden alimentarse de forma correcta con piensos preparados para sus necesidades nutricionales. Es una «adaptación evolutiva» igual que se han acostumbrado a vivir encerrados en un piso, escribe en el artículo In defense of vegetarian cat food (En defensa de la comida vegetariana para gatos).
«Aunque se debe prestar especial atención para garantizar niveles adecuados de ciertos nutrientes como proteínas, aminoácidos (por ejemplo, taurina, carnitina, metionina, lisina y triptófano), vitaminas (vitaminas A, B3, B9 y B12), minerales (calcio, hierro, zinc y cobre) y ciertas grasas, es importante recordar que los perros, los gatos, y de hecho todas las especies, requieren nutrientes específicos, en lugar de ingredientes específicos. No existe, al menos en teoría, ninguna razón por la que las dietas compuestas enteramente de plantas, minerales e ingredientes sintéticos no puedan satisfacer la palatabilidad, la biodisponibilidad y los requisitos nutricionales necesarios de gatos y perros. De hecho, un número creciente de dietas disponibles comercialmente tienen como objetivo hacerlo», publican Knight y Leitsberger, en el estudio previamente citado.
Los alimentos vegetales pueden favorecer en algunos animales la formación de cálculos, obstrucciones e infecciones urinarias como consecuencia de la alcalinización del pH de la sangre. Así pues, se recomienda que se controle periódicamente el pH de la orina y si es necesario corregir la alcalinización mediante los aditivos dietéticos adecuados. Otra recomendación es que la transición de un tipo de dieta a otro se haga progresivamente.
Autora: Cristina Fernández, Periodista & Blogger
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