Hace un lustro era una rareza. Hoy puede ir camino de ser mainstream. ¿Qué porcentaje de la población española es vegana?. La alimentación 100% vegetal se veía como una opción propia de hippies y ecologistas o de personas obsesionadas con la salud. Ser vegano era algo casi heroico que solo podían llevar a cabo aquellos con una férrea voluntad y unos principios inquebrantables. Esto, según la opinión de la mayoría de la población, acostumbrada a una gastronomía repleta de productos de origen animal.

¿Qué porcentaje de la población española es vegana? Tendencia, moda, activismo, opinión pública y realidad social

En realidad, ser vegano hace una década no era tan complicado como algunos parecían pensar ya que la dieta mediterránea es variada en frutas y verduras. Pero es cierto que alimentarse de forma estrictamente vegetal hoy día, es mucho más fácil, gracias a que el veganismo está cada vez más normalizado y, más aún, es una tendencia que sigue en alza.

De acuerdo, pero… ¿Qué porcentaje de la población española es vegana?

El informe titulado The Green Revolution, realizado por la consultora Lantern, ha conseguido hacer un retrato en cifras del nuevo consumidor español que apuesta por un estilo de vida libre de productos de origen animal. El estudio se llevó a cabo a través de 2.000 encuestas telefónicas que permitieron concluir que un 7,7% de la población se define como veggie, de entre los cuales un 0,2% son veganos, un 1,3%, vegetarianos y un 6,3% se autodenominan flexitarianos. De las motivaciones para optar por este estilo de vida, el 60% se declaró animalista, el 21% alegaba razones de sostenibilidad y ecología, y la salud era la preocupación principal del 17%.

Esta tendencia abre nuevas puertas también para muchas empresas que están apostando por un nicho de mercado que ofrece un gran potencial económico. Y es que, independientemente de las distintas motivaciones que empujen a un ciudadano a optar por el vegetarianismo, en todas sus vertientes, no podemos olvidar que también es una alternativa de negocio que mueve hasta 4000 millones de dólares al año y que sigue creciendo a un vertiginoso ritmo anual del 6%.

La app Happy Cow, una de las aplicaciones más utilizada por los usuarios para encontrar locales aptos para sus preferencias alimenticias, también nos da pistas acerca del crecimiento vertiginoso de esta tendencia. Si en 2011 había publicados 353 establecimientos veganos, vegetarianos y veg-friendly (las tres clasificaciones que hace esta app), en febrero de 2017 el número había ascendido a 1418 comercios. En octubre del mismo año, la empresa de reparto a domicilio Deliveroo publicaba otro dato interesante: en el último año, el número de pedidos de comida vegana ha crecido un 161%.

Al no existir un censo específico para personas veganas, es difícil conocer datos exactos sobre el aumento de esta tendencia en los últimos años. Hay que tener en cuenta también, que muchas personas pasan por un periodo de alimentación vegetariana antes de adoptar un estilo de vida totalmente vegano. Sin embargo, lo que queda claro, tanto por los resultados de las encuestas, como por los hábitos de consumo o por el aumento de la oferta en el mercado, es que el veganismo está experimentando un crecimiento imparable. Pero es algo que va más allá de la alimentación: es un cambio sociológico. Términos como vegano, veganismo o especismo, han sido recientemente aceptados por la RAE, lo cual demuestra el desarrollo de una mayor conciencia en la población actual.  La evolución de la ciencia y las tecnologías, ha permitido que podamos tener cubiertas todas nuestras necesidades básicas sin necesidad de causarles ningún daño a los animales.

Una dieta vegana reduciría las emisiones de la industria alimentaria en un 63%, lo que significaría un planeta más limpio y sostenible

La conciencia medioambiental es una de las preocupaciones más comunes y uno de los motivos que lleva a muchas personas (aunque no las suficientes) a reducir el consumo de productos de origen animal. El impacto de la ganadería en el ecosistema, el cambio climático, la deforestación, la contaminación de las aguas o el abuso de los recursos naturales, son problemas graves que están sobradamente documentados por organizaciones como la FAO. La salud es otra de las razones que hacen que el veganismo atraiga la atención de los consumidores. La dieta vegana está avalada por diversos organismos médicos y aprobada como una alimentación recomendable y sana para cualquier persona en cualquier etapa de su vida. Bien planteada, puede tratar enfermedades existentes y prevenir dolencias futuras. Sin embargo, la motivación principal que subyace tras la mayoría de las personas veganas es el activismo y el rechazo del especismo.  Este dato también está confirmado por una  encuesta, esta vez, realizada por el CIS.  Las conclusiones extraídas reflejaron que la mayoría de veganos que adoptan este estilo de vida por respeto a los derechos de los animales, también se hacen cargo del apoyo hacia otras causas sociales como derechos humanos, LGBT, medioambiente, etc. El estudio recogía un dato significativo: el 75% de los veganos animalistas colaboraba también en otro tipo de asociaciones, ya sean ecologistas o de derechos humanos.

¿Qué porcentaje de la población española es vegana? Tendencia, moda, activismo, opinión pública y realidad social

¿Es el veganismo una alternativa para un mundo mejor?

En marzo de 2016 la prestigiosa revista Times publicaba un estudio realizado por la Universidad de Oxford que hacía referencia a la increíble repercusión positiva que supondría un cambio de dieta en la población. A nivel ecológico, económico y de salud.  Según este estudio, se estimó que una alimentación vegana podría contribuir a salvar hasta 8 millones de vidas desde la actualidad hasta el año 2050. La salud mejoraría y, por una parte, los costes médicos se reducirían y por la otra, aumentaría la productividad, lo que implicaría unos beneficios de un billón de dólares al año. Hoy día, la industria ganadera es responsable del 14% de la emisión de gases de efecto invernadero, cifra que se prevé que aumente al 50% en los próximos 30 años, si se mantiene el ritmo de consumo frenético actual. Sin embargo, una dieta vegana reduciría las emisiones de la industria alimentaria en un 63%, lo que significaría un planeta más limpio y sostenible.

Aunque es posible que algunos se sumen al carro del veganismo por moda o por otras razones no altruistas, a la mayoría de veganos les mueve un profundo deseo de justicia. La realidad de los animales ha salido a la luz gracias a que los activistas lo han ido documentando en diversos y valiosísimos trabajos. En internet, y a disposición de todos, podemos encontrar reportajes fotográficos, vídeos, documentales,  cámaras ocultas o testimonios de operarios en granjas o mataderos, donde se evidencia que los humanos estamos haciendo sufrir de forma intolerable e innecesaria a millones de animales cada día.

Vivimos en una sociedad cuyos hábitos perjudican a los animales, a los países más empobrecidos, al propio planeta y a nosotros mismos. Pero también nos encontramos en un momento de mayor conciencia, gracias al fácil acceso a la información que nos permiten las nuevas tecnologías. Y reflejo de ello es la amplia variedad de productos veganos que el mercado está poniendo a disposición del público.

Sí, el mundo es cada vez más vegano, y lo es por empatía

Existe un fenómeno cognitivo llamado contagio emocional que lleva a los humanos a sincronizarse con las emociones y las conductas de otros individuos del grupo. Quizá estemos iniciando un proceso de este tipo y, como fichas de dominó, nos estamos contagiando los unos a los otros de valores más positivos y solidarios.

Autora: Noemí Alba, Activista por los derechos de los animales

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Leer en Bueno y Vegano Noviembre 2018

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