El veganismo no es nada nuevo inventado en el siglo XXI. Las personas con voluntad de vivir sin causar daño al resto de especies han existido siempre y el desarrollo de razonamientos morales al respecto cuenta con una larga tradición en la historia del pensamiento universal. Sin embargo, a pesar de que esta tradición cuenta con muy poco arraigo en la cultura ibérica, en las últimas décadas, el movimiento vegano, como movimiento social y político, ha comenzado a crecer a un ritmo más significativo, gracias a las ventajas de la sociedad de la información. La filosofía vegana reconoce a los animales no humanos como seres sintientes y como individuos con Derechos e intereses propios, por consiguiente, se aleja de cualquier actividad que los oprima o los explote.

movimiento vegano España

Ahimsa o no violencia

La historia de la alimentación sin crueldad cuenta con una larga tradición, pues es un principio ético que incluso promueven algunas de las religiones más antiguas del mundo, como ciertas ramas del hinduismo o el budismo, con el objetivo de lograr la no violencia o ahimsa, ya que sus promotores afirmaban que sentían compasión por el sufrimiento ajeno, también el de los animales, puesto que enferman, sufren y mueren igual que nosotros. En la Historia Contemporánea, el defensor más célebre del principio de ahimsa fue Mahatma Gandhi.

Las fuentes históricas más antiguas relativas a la práctica de la alimentación libre de crueldad se hallan en la antigua India y son de carácter religioso, como el Jainismo, doctrina que pregona una vía salvadora no centrada en el culto a un dios, sino a la práctica de realizar esfuerzos para encaminar al alma hacia un estado de liberación. Siglos después del arraigo de la cultura de la ahimsa en Oriente Medio, esta comenzó a difundirse en la antigua civilización griega y fue promovida por varios filósofos como el matemático Pitágoras y el médico Hipócrates, pero tras la cristianización del Imperio Romano, la cultura vegetariana prácticamente desapareció en Europa.

Catarismo en la Edad Media

En la Edad Media, a partir del siglo XI, un nuevo movimiento en el seno del cristianismo se difundió por Europa, especialmente en lo que hoy conocemos como Mediodía francés. Esta nueva visión del mundo se conoce como catarismo o doctrina de los albigenses, su arraigo fue muy significativo en el Languedoc, donde contaba con la protección de algunos señores feudales vasallos del Reino de Aragón. La palabra cátaro significa ser puro y los seguidores de esta doctrina consideraban malo todo lo material, por ello nunca comían alimentos de origen animal, ni carne, ni leche, ni huevos. No obstante, comían peces, pues en aquel entonces eran considerados un fruto espontáneo del mar. Además, nunca llevaban armas, ni tan siquiera para defenderse a sí mismos. Sin embargo, la Iglesia católica consideró sus doctrinas heréticas y emprendió una violenta cruzada para aniquilarlos. A partir de 1209, mediante la conocida como Cruzada albigense, más de 20.000 personas pasaron por las armas. Muchos de ellos encontraron refugio en los Pirineos Catalanes, pero a finales del siglo XIII el movimiento, debilitado tras la larga persecución, entró en la clandestinidad y se extinguió paulatinamente. Cabe decir, que el rey de Aragón y Conde de Barcelona, Pedro I, el Católico, murió en la Batalla de Muret en 1213 en su defensa, luchando contra los soldados del Papa y el rey de Francia.

En España existe escasa tradición en lo relativo al buen trato a los animales y a la cultura vegetariana y vegana

A finales de la Edad Media, en el Reino de Castilla se creó el Tribunal de la Santa Inquisición española, en virtud de una bula expedida por el Papa Sixto IV el uno de noviembre de 1478. Desde entonces, el vegetarianismo en todas sus formas, devino motivo de desconfianza y se calificaba como forma de herejía, sus practicantes podían ser encausados y condenados por este tribunal cuya misión era velar por la pureza de la fe cristiana católica romana.

El naturismo

A causa de su herencia histórica, en España existe escasa tradición en lo relativo al buen trato a los animales y a la cultura vegetariana y vegana, sin embargo, a partir del s.XIX, gracias a la difusión del anarquismo, se divulgó la doctrina naturista. El primer movimiento vegetariano que existió en España a finales del s.XIX, se configuró en la dimensión filosófica que propugna el naturismo, doctrina que incluye un conjunto de prácticas vitales para el bienestar: vegetarianismo, deporte, control de natalidad, nudismo, evitar sustancias nocivas como las drogas, etc. cuya finalidad es la de mejorar el cuerpo humano individual y, por tanto, el conjunto de la sociedad, con un objetivo medicinal, moral y antropocentrista (en oposición al teocentrismo y las ideologías autoritarias).

movimiento vegano España
Interior Mundial Palace (año 1907 Barcelona), el primer restaurant vegetariano de España

Muchos naturistas veían en el hecho de no alimentarse de animales, ni usarlos para su explotación, un compromiso moral, incluso para el propio bienestar, una visión coherente con los principios libertarios del anarquismo. Ya en el s.XX, en el año 1903, se constituyó la Sociedad Vegetariana española, con sede en Madrid y en Barcelona, esta entidad estaba adscrita a la Unión Federal Vegetariana (UFV), sociedad internacional creada en Chicago en 1893, que contaba con federaciones autónomas en distintos puntos de la geografía americana y europea.

El historiador Eduard Masjuan cita como enclaves significativos del naturismo en España: Cataluña y Valencia, donde el anarquismo cuenta con su mayor raigambre. De acuerdo con estos principios, para la izquierda naturista, la carne y alcohol eran productos de la sociedad capitalista que envenenaban la salud de la clase obrera. La purificación del cuerpo sin enfermedades se lograba a través de la exposición al aire libre y al Sol, del nudismo, con la ingestión exclusiva de vegetales y el excursionismo. Esta era la fórmula para que la clase obrera recobrara su salud mental una vez derrotado el capitalismo. La difusión del naturismo condujo a la creación de diversas publicaciones como La Revista Blanca, entre 1898 y 1904, fundada por Joan Montseny y Teresa Mañé, ambos supervivientes de los Procesos de Montjuïc, proceso de gran represión contra el anarquismo catalán. Tal revista era la única del momento en tratar temas de salud y abogar por la dieta vegetariana, el rechazo a las drogas y la vuelta a un mundo acorde con la naturaleza. El relevo en este aspecto lo tomaría la revista Salud y Fuerza (1904-1914), dedicada a temáticas similares a la anterior.

El veganismo no es nada nuevo inventado en el siglo XXI

En ámbito burgués, en 1908, en una asamblea celebrada en Barcelona y a la que asistieron 250 personas, se constituyó la Lliga Vegetariana de Catalunya, entidad que editaba una publicación mensual administrada por Jaume Santiveri. El fundador y presidente fue el Dr. Josep Falp i Plana. Esta organización tenía relaciones de fraternidad con otras entidades vegetarianas de toda España y se encontraba vinculada con sociedades protectoras de animales. Su programa consistía en promover la acción por la cooperación de naturaleza sociopolítica, la acción difusora del vegetarianismo, incluso en el campo comercial, consideraban negativa la ingesta de carne, así como el consumo de tabaco, café y alcohol. Defendían las terapias naturistas y el esperantismo y criticaron el estilo de vida acarreado por la Revolución Industrial, poniendo en entredicho la idea de progreso de la época, porque consideraban que sus efectos eran nocivos a la salud.

La guerra civil de 1936 a 1939 y la posterior instauración de la dictadura del general Franco interrumpió la divulgación de las doctrinas anarquista y naturista, ya que quedó prohibida cualquier referencia a las ideologías libertarias. Comer carne y beber vino eran valores que un buen español debía cumplir, pues eran un emblema de la masculinidad ibérica tradicional. No obstante, el movimiento continuó en la clandestinidad y se toleraría la existencia del naturismo conservador, por su vertiente moralista cristiana de tradición burguesa.

En el próximo artículo, detallaré la historia del movimiento vegano en España a partir de la restauración de la democracia, tras la muerte del general Franco.

Autora: Helena Escoda Casas, Historiadora y antrozoóloga, profesora de ciencias sociales

Suscríbete a la Newsletter y recibe Bueno y Vegano gratis cada mes en tu correo

Bueno y Vegano, tu mensual 100% vegano
Bueno y Vegano Febrero 2023