Uno de los comentarios más habituales de los detractores del veganismo es que se trata de una alimentación muy cara, solamente accesible para determinadas economías. Esto es un falso mito que se utiliza como excusa con la intención de asociar el estilo de vida vegano como una opción privilegiada. Pero la realidad es que es un tipo de alimentación que suele resultar más barata que la dieta convencional, ya que se prescinde de productos como carnes y pescados, que encarecen la cesta de la compra, y se invierte en comida más económica, como legumbres o verduras.

¿Procesados? Prescindibles en la dieta vegana
Otra cosa es que en nuestra lista de la compra abunden productos procesados, lo cual sí puede incrementar el presupuesto mensual destinado en alimentación. Los sustitutos cárnicos están cada vez más presentes en la industria, de hecho, según las previsiones, este mercado se acercará, en 2022, a los 4.900 millones de euros, y en 2023 superará los 5.700 millones. Los lineales de supermercados, tiendas y grandes superficies se han llenado de un sinfín de preparados como hamburguesas vegetales, salchichas, nuggets, escalopes, albóndigas, y sustitutos del pescado en diferentes formatos. Ciertamente, estos productos, son ligeramente más caros que sus homólogos de origen animal, por varias razones. Una de ellas es que el tirón de lo veggie ha supuesto para muchos fabricantes una gran oportunidad para encarecer su producto. ¿Descenderán los precios en un futuro? Quién sabe. En cualquier caso, estos mal llamados sustitutos de la carne son totalmente prescindibles para una dieta completa y saludable, y su consumo se puede reservar a momentos puntuales.
Los mal llamados sustitutos de la carne (procesados que imitan sus homólogos de origen animal) son totalmente prescindibles para una dieta completa y saludable
La base de una dieta vegana son las legumbres, las verduras, las frutas y los cereales que, por lo general, son productos mucho más económicos que los alimentos de origen animal. Pero, además, en las tiendas existen un montón de productos que son veganos sin pretenderlo, es decir, no cuentan con la famosa etiqueta ‘vegan’, pero no contienen ingredientes de origen animal, y son más baratos que aquellos diseñados específicamente para el público vegano.
Productos que son veganos sin que los creadores se dieran cuenta o veganismo accidental
Uno de los más populares es el hummus, una receta originaria de Oriente Medio que se ha convertido en uno de los snacks preferidos en todo el mundo. Se trata de una sabrosa crema de garbanzos y tahini, rica en proteínas, ideal para untar en pan o para acompañar con crudités. Hoy día se puede encontrar fácilmente en cualquier comercio de alimentación, de distintas marcas e incluso de diferentes sabores. Algo similar ocurre con el gazpacho y el salmorejo, las sopas frías más tradicionales de la cocina mediterránea española. En casi todas las grandes superficies hay por lo menos media docena de recetas diferentes a elegir de este plato súpernutritivo y 100% vegano. Otra preparación ‘accidentalmente’ vegana, barata y fácil de adquirir son los famosos ñoquis italianos, esa especie de bolitas de patata, que se cuecen y se mezclan con tu salsa favorita, por ejemplo, el pisto en conserva, que también es completamente vegetal.
La base de una dieta vegana son las legumbres, las verduras, las frutas y los cereales que, por lo general, son productos mucho más económicos que los alimentos de origen animal
Pero en los lineales de muchas tiendas hay más productos que siempre han sido veganos, ya desde antes de que las grandes marcas se sumasen a este boom del plant-based que disfrutamos hoy día. Por ejemplo, el chocolate negro, en diferentes intensidades, que se encuentra prácticamente en cualquier tienda. También son veganos gran parte de los snacks y aperitivos (patatas fritas, encurtidos, etc.), los preparados para flanes; las masas para pizzas; los cereales tipo corn flakes o los mueslis y granolas; las galletas tipo María; y la mayor parte de las mermeladas. A todo esto, podemos añadir platos preparados como la escalivada o los garbanzos con espinacas, dos recetas muy tradicionales que se pueden encontrar listas en supermercados para esas ocasiones en las que no tenemos tiempo de cocinar.
Como vemos, hay un montón de productos habituales que no son nuevos, que ni siquiera se anuncian con la exclusiva etiqueta de vegano, y que son 100% vegetales. Hacer una compra libre de productos de origen animal, no es en absoluto más caro que una compra tradicional, más bien todo lo contrario. Solamente hay que planificar la lista de la compra con cabeza y restringir los procesados o las carnes vegetales a caprichos esporádicos.
Autora: Noemí Alba, Activista por los derechos de los animales
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Bueno y Vegano Octubre 2022