Yo vivo en Londres, una de las ciudades del mundo con más restaurantes veganos. La última vez que miré la página de Happy Cow donde se pueden encontrar restaurantes veganos en cualquier parte del mundo, conté más de 200 en la capital del Reino Unido. Por eso, si yo quiero comer fuera, no tengo que ir lejos para encontrar un lugar que me pueda alimentar adecuadamente.

Hamburgueserías tradicionales, símbolos del carnismo
A medianos de mayo de 2020 se anunció por los medios de comunicación un nuevo establecimiento apto para veganos en el centro de Londres. En la Plaza Leicester, para ser preciso, donde se estrenan la mayoría de las películas ya que tiene muchos cines. La plaza que está al lado de uno de los restaurantes veganos más exitosos, Vantra. Pero el nuevo establecimiento no era ni nuevo, ni apto para veganos. Era el Burger King, que ha existido en ese lugar por décadas, y sigue siendo una cadena de carne de animales, símbolo del carnismo.
La revista Time Out describió el acontecimiento: «Burger King ha transformado su sitio de Leicester Square en una operación totalmente libre de carne durante todo un mes, con elementos de menú completamente nuevos y absolutamente sin hamburguesas de carne a la vista. La versión vegana de BK estará abierta al público a partir de hoy (14 de marzo) y se extenderá hasta el 10 de abril». Las redes sociales no tardaron mucho en difundir la noticia, y muchos veganos fueron allí para ver si era cierto. Facebook y Twitter se llenaron de imágenes de veganos comiendo las hamburguesas de BK a base de plantas, y manifestando su satisfacción.
No hay cadenas de restaurantes más manchadas de la sangre de millones de víctimas animales que estas cadenas tradicionales de hamburguesas y pollo frito
¿Fueron sabrosas? No lo sé, porque yo no fui, y me sorprende cuántos veganos amigos míos que yo creía que eran veganos éticos como yo, fueron. Desde que yo emigré a Londres en los años 90, he participado en muchas manifestaciones por los derechos de los animales, y una tradición en ellas era pararse al frente de un McDonald’s o un Burger King, para hacer más ruido. ¿Por qué? Porque tales establecimientos siempre han sido un símbolo del carnismo. No hay duda de que no hay cadenas de restaurantes más manchadas de la sangre de millones de víctimas animales que estas cadenas tradicionales de hamburguesas y pollo frito (como KFC). Por eso nunca me pasaría por la cabeza entrar en ellas para comprar algo, y nunca lo hice, incluso cuando empezaron a vender algunas hamburguesas a base de plantas.
Actos de publicidad
Mi amigo escritor y erudito Kim Stallwood, vegano ético desde 1976, que trabajó en muchas organizaciones de los derechos de los animales, me dijo esto al respecto de tales establecimientos ofreciendo comida a base de plantas: «He sido vegano durante mucho tiempo, por lo que no ha sido parte de mi vida ir a restaurantes de comida rápida a comer, porque nunca ha habido nada para comer allí. Simplemente los veo como baños públicos porque si no pudiera encontrar un baño público, iría a McDonald’s y usaría sus baños. Entonces, para mí, solo son baños, no son restaurantes. Es un poco como mirar la carne. No la veo como alimento. Veo la carne como un cuerpo muerto y las partes del cuerpo de un animal».
Para mí es lo mismo, pero ni siquiera los he usado como baños. Pero si todo el restaurante solo vende comida a base de plantas, como el caso del Burger King de Leicester Square, ¿Por qué no ir? Pues porque no creo que eso vaya a ayudar a la causa vegana. Lo veo como un acto de publicidad de una empresa carnista para desviar el dinero que los veganos han estado gastando en restaurantes veganos de vuelta a los establecimientos carnistas. En otras palabras, para parar el crecimiento comercial de la comida sin animales que les está haciendo perder clientes cada día, y convencerlos a que vuelvan a usar sus establecimientos basados en sangre y crueldad.

¿Creéis que exagero? Bueno, un mes ya ha pasado, y ¿qué vemos en la Burger King de Leicester ahora? Las mismas hamburguesas hechas de las piernas, torsos y espaldas de vacas, cerdos y pollos, y los mismos productos de origen animal como mayonesa hecha con huevos. Eso sí, aún tiene hamburguesas a base de plantas para sus «nuevos» clientes, los veganos que cayeron en su trampa publicitaria. Tales veganos (y espero que sean pocos) van a ir menos a Vantra y otros establecimientos 100% veganos que tanto los necesitan como clientes (ya que la ciudad sigue siendo mayoritariamente carnista), y en su lugar ahora van a dar su dinero directamente a la industria de explotación animal.
Este es solo un ejemplo concreto, pero hay muchos más. McDonald’s y KFC también tienen sus versiones a base de plantas para atraer el dinero de los veganos, y como muchos veganos les están haciendo publicidad gratis cuando comentan lo que disfrutan con su comida en los medios sociales, más y más veganos van a caer en la trampa.
Un retroceso para el veganismo
Para mi (y yo sé que muchos veganos no comparten mi opinión) este fenómeno de opciones a base de plantas en cadenas de hamburguesas tradicionales es un retroceso para el veganismo, no un avance. Puede que sea un avance para los veganos dietéticos que solo son veganos en su dieta, pero no siguen la definición oficial del veganismo creada por la Sociedad Vegana. Puede ser un avance para los flexiterianos que se encuentran muy cómodos alrededor de comida de origen animal porque también la consumen de vez en cuando. Puede ser un avance para los reducetarianos que, de esta manera, pueden escoger una hamburguesa a base de plantas al mes, en lugar de comer carne cada día. Pero para veganos éticos como yo, creo que es un retroceso, porque estas cadenas grandes están compitiendo con los restaurantes pequeños 100% veganos que están perdiendo clientela en el momento más crucial de su crecimiento comercial.
Estas cadenas grandes están compitiendo con los restaurantes pequeños 100% veganos
Y hay otro motivo por el que creo que es un retraso. Intentando hacer sus hamburguesas a base de plantas lo más parecidas posible a sus hamburguesas de carne, están solidificando en la mente de la población que comida chatarra no saludable, llena de sal, azúcar, grasas e hidrocarbonos refinados, es una comida preferible a las versiones integrales saludables con hortalizas, legumbres, frutos secos, cereales, frutas y semillas que se venden en restaurantes veganos saludables. Como uno de los argumentos usados en contra de la carne es que es mucho menos saludable que la comida vegana, la industria de agricultura animal quiere hacer la comida vegana menos saludable, fomentando que reproduzca lo más posible los colores, sabores y texturas de los productos cárnicos.
En otras palabras, hacer la comida vegana menos saludable, evitar que veganos compren comida en restaurantes veganos ofreciendo versiones más baratas a base de plantas en restaurantes carnistas, hacer publicidad para que aquellos consumidores que dejaron de entrar en sus restaurantes (diseñados para crear adicción a ciertos productos) vuelvan a entrar, y conseguir que veganos hagan publicidad gratis de empresas de carne, son estrategias que yo hubiera recomendado si estuviera a cargo del departamento de relaciones públicas de la industria de agricultura animal.
La gente ha estado tan adoctrinada en el carnismo por tanto tiempo, que incluso veganos de años pueden caer en trampas carnistas publicitarias sin demasiada resistencia. Y ahora para algunos, dar su dinero a una empresa de carne a cambio de comida a base de plantas es perfectamente compatible con el veganismo. Bueno, para mí, no lo es. Quizás porque hace más de 20 años que no he entrado en un McDonald’s, un Burger King o un KFC, y no he dejado que su publicidad me contamine mi ética.
Autor: Jordi Casamitjana Zoólogo especialista en comportamiento animal
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