Los productos lácteos son unos de los más consumidos en nuestra sociedad: la gran mayoría de personas compra leche, yogures, quesos y mantequilla, así como otros numerosos productos que los contienen (pizzas, lasañas, tartas, etc). Pero, ¿qué hay detrás de la leche?

¿Qué hay detrás de la leche?

Este producto llega a nuestras casas tras un largo ciclo de explotación animal. Nos han vendido la existencia de las ‘vacas lecheras’ (y que ríen). Pero no existen. Son tan sólo madres que producen leche tras haber parido su cría. Por tanto, esa leche está biológicamente destinada a alimentar a su cría. Igual que pasa con las madres humanas.

Las vacas, cabras y demás animales utilizados para obtener leche, son inseminadas artificialmente y pasan por embarazos forzados, privación de libertad, ordeña intensiva y medicación. Y las crías son separadas de sus madres para que la leche pueda ser destinada al consumo humano con todo el estrés físico y psicológico que esto conlleva para ambos.

En las explotaciones de vacas de leche la mortalidad de terneros es alta: antes del destete estos animales son altamente vulnerables (es fundamental que tomen el calostro entre 30 min y 8 horas después del parto), por lo que este proceso les puede causar grandes estragos.

El destete además es un proceso que debería hacerse de forma gradual: cuando es brusco los terneros sufren altos niveles de estrés, y varios animales no sobreviven al proceso. Existen estudios de hecho que demuestran que los terneros destetados a edades tempranas muestran mayor incidencia de estereotipias. ¿Y los que sobreviven? En general, las hembras tendrán el mismo destino que sus madres y los machos se destinarán a la producción de carne.

En las explotaciones ganaderas de España las vacas, animales muy sensibles, son mantenidas con vida hasta los 6-7 años y forzadas a pasar por unas 4-5 gestaciones de 9 meses cada una. En la mayoría de los casos el ternero suele ser separado de la madre a las 24 horas de nacer (tiempo que varía en cada explotación entre las 6 horas y los 21 días), ya que no interesa que se alimente de la leche cuya producción está destinada a la venta.

En el mundo hay unos 370 millones de vacas que son explotadas por su leche. Lo mismo ocurre con ovejas y cabras, animales que necesitan vivir en manada, de forma gregaria, formando vínculos fuertes entre ellas y reconociendo a todos los miembros de su grupo.

España es el 7º productor de leche de vaca de la Unión Europea, el 1º en producción de leche de oveja y el 2º en leche de cabra.

Cabe destacar que cada vez hay más oferta en el mercado que sustituye a los tradicionales productos lácteos y que no supone ningún perjuicio para los animales.

Fuente: FAADA

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Bueno y Vegano Marzo 2020