El pasado día 20 de Septiembre, desde InfoZOOS, las organizaciones ANDA y FAADA remitieron una carta a la Consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, en la que se expresaba la urgencia de tomar medidas para evitar las interacciones entre el público visitante y los animales salvajes que se realizan en el Zoo de Castellar de la Frontera (Cádiz), a pesar de sus denuncias previas.
Asimismo, recientemente se ha podido comprobar que en el Zoo Castillo de las Guardas (Sevilla) también se ha utilizado a una cría de chimpancé para sacarla fuera de su instalación autorizada y permitir que los niños y el público en general la pasen y paseen de brazos en brazos y se saquen fotografías. En este caso, desde InfoZOOS se ha contactado con la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA), que representa a los más importantes y prestigiosos zoos españoles y a la cual el mismo zoo sevillano pertenece. AIZA ya ha respondido a InfoZOOS indicando que tomará medidas para corregir esta situación.
En el caso de Castellar de la Frontera, al no ser un centro perteneciente a AIZA, esta asociación no puede actuar. Lo mismo ocurre con el Zoo MundoPark de Sevilla, donde también se producen estas mismas interacciones entre público y animales salvajes, por ejemplo, con crías de tigre y león.
La interacción y el contacto directo entre público (normalmente población infantil) y animales salvajes en los zoos estarían prohibidos según el Decreto 42/2008 de tenencia de animales peligrosos en la Comunidad Autónoma de Andalucía, la Ley 50/1999 de Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos y la Ley de Zoos 31/2003 que en su Guía de Aplicación (publicada para armonizar una interpretación uniforme en todo el Estado) rechaza este tipo de actividades.
Por esos motivos, desde InfoZOOS se ha pedido a la Junta de Andalucía que exija a los zoos mencionados que cesen inmediatamente las actividades de interacción entre los animales salvajes y el público, y que se verifique el cumplimiento de esta condición antes de proceder a la renovación de su autorización como parque zoológico, retirándola en cado de que sigan las interacciones. Es importante recalcar que los zoos están obligados a desempeñar labores de conservación de la biodiversidad y las prácticas denunciadas distan mucho de esa labor, además de suponer un riesgo para la seguridad y la sanidad públicas.
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