En los parques zoológicos españoles la inmensa mayoría de animales sobrevive en condiciones pésimas. A los animales se les enjaula de por vida privándoles de la posibilidad de desarrollarse según sus necesidades y apenas pueden relacionarse con otros animales de su misma especie. Muchos de ellos conviven al lado de sus propios depredadores o entre sus propios excrementos en un continuo estado de angustia.

La situación de los parques zoológicos en España

En un informe elaborado por la Comisión de la Unión Europea durante el año 2007, se advirtió al Estado español que sus centros y parques zoológicos incumplen gran parte de las normativas de seguridad y bienestar animal establecidas por la legislación vigente, desde entonces, la situación poco ha mejorado.

La coalición Infozoos, formada por la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA) y la Fundación FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) elaboró una lista con los zoos más incumplidores del territorio español, los cuales son: Granjas Koki (Toledo), Devesa Gardens (Valencia), Zoo-Safari Mentz (Mallorca), Loro Sexi (Almuñécar), Carmona (Sevilla), Castellar (Cádiz), Safari (Madrid) y Almendralejo (Badajoz) recientemente cerrado.

La mayoría de parques zoológicos españoles incumplen las normativas europeas y apenas se realizan inspecciones. Existen irregularidades en la concesión de las licencias, la mayoría de instalaciones resultan inadecuadas para el bienestar animal y el enriquecimiento ambiental (elementos que reproducen las características del entorno natural de la especie) es insuficiente, a la vez que existe peligro para los visitantes, riesgo de fugas y penetración de especies invasoras a nuestros ecosistemas.

La mayoría de parques zoológicos españoles incumplen las normativas europeas y apenas se realizan inspecciones

Etimológicamente, la palabra zoo procede del griego clásico, su significado es “animal”. Hoy en día es muy difícil precisar una definición fidedigna para describir qué es realmente un zoológico, puesto que es una institución totalmente obsoleta y que, en la inmensa mayoría de los casos, sólo sirve para mantener especies en cautiverio y fuera de su hábitat natural, para ofrecer entretenimiento de baja calidad, generar puestos de trabajo precarios y beneficios a una empresa del sector turístico.

Para documentar históricamente el origen de los zoos, debemos retroceder hasta la Edad Antigua. Las primeras evidencias se remontan al año 3.500 a.C., en la Civilización del Antiguo Egipto. En el jardín de una suntuosa casa pudiente. De la mano del colonialismo y el expansionismo, progresivamente, los animales y la propia naturaleza se convirtieron en objeto de posesión, consumo y pompa.

En los tiempos del Imperio Romano, este deseo de propiedad evolucionó hasta llegar al punto de acumular colecciones de animales exóticos en los jardines privados en las casas de los patricios, como objetos de lujo o para utilizarlos en espectáculos dantescos. Después de la Batalla de Zama en 202 a.C., los romanos vencieron definitivamente a los cartagineses y convirtieron el Mediterráneo en el Mare Nostrum. A partir de entonces, sin enemigos que se entrometieran en sus expediciones, podían llegar hasta lugares remotos de África y Oriente Medio. El hecho de trasladar especies exóticas a las grandes urbes del imperio para ser exhibidas, devino una práctica habitual para demostrar lo poderosa que era Roma y hasta donde habían llegado sus conquistas de territorios. El transporte de animales vivos era tan o más horrendo que hoy en día, pues la mayoría sucumbía en el camino. Los que sobrevivían podían ser vendidos a un patricio para sus colecciones privadas o a un empresario del mundo del espectáculo. En el Coliseo, se mataron a más de 5.000 animales en las famosas y sanguinarias venationes, que tanto público reunían…

La situación de los parques zoológicos en España

A partir del siglo XVI, el rey Luis XIV de Francia creó el concepto zoológico a partir de su colección de animales en los jardines del Palacio en Versalles para alardear a la aristocracia.

Estos espacios se conocían como casas de fieras. En 1752, la Casa Real de los Habsburgo también creó en el Palacio de Schönbrunn​ de Viena su casa de fieras, cuyas finalidades, más allá del entretenimiento, pretendían acercar la ciencia y el conocimiento a la aristocracia, cuando el Imperio austríaco vivía uno de sus momentos de mayor esplendor. Hacía poco que su ejército había vencido al Imperio Otomano y el emperador consorte, Francisco I, decidió crear una especie de jardín del paraíso para mostrar las riquezas que atesoraba su Casa Real. En 1779, abrió sus puertas al público, cuando el pueblo llano jamás podía ver animales exóticos. Hasta el derrumbe del Imperio en 1.918, los diferentes emperadores se hicieron cargo del mantenimiento, a la que llegaban animales de los lugares más recónditos. Esta fue la primera casa de fieras en transformarse en parque zoológico. En 1928, en Inglaterra se creó el primer parque zoológico de raíz, en el Londres Regent’s Park.

A partir del siglo XIX, las grandes ciudades comenzaron a crear espacios de ocio en los cuales los animales formaban parte del decorado, para ofrecer distracciones y mostrar especies exóticas al pueblo llano. Fue entonces cuando las colecciones privadas dieron lugar a los zoos públicos. Hasta principios del siglo XX, también existieron zoos humanos, solían mostrarse africanos y aborígenes australianos.

Actualmente la existencia de zoológicos, cuyo modelo pertenece a los siglos XVIII y XIX, suele justificarse por sus supuestas finalidades educativas, divulgativas y conservacionistas.

En los zoos los animales sufren, enloquecen, se hieren entre ellos, padecen enfermedades causadas por el cautiverio

La situación actual de los zoos españoles es de las peores de Europa. Algunos ni tan sólo cumplen los requisitos que en teoría debería fomentar un zoo del presente: la investigación para la conservación y la educación. Los zoos equivalen a una vida en cautiverio, pues ecológicamente de nada sirve conservar especies lejos de su hábitat natural y poco podemos educar mostrando animales que no pueden desarrollar sus comportamientos naturales porque se encuentran en el sitio equivocado.

Organizaciones animalistas como Igualdad Animal, Libera! Faada, Depana y ANDA han llevado a cabo diversas investigaciones en zoológicos españoles. En 2.012, una investigación hecha pública por Libera! y la Fundación Franz Webber denunció que animales de Zoo de Barcelona permanecían durante un promedio de 17 horas diarias encerrados en subterráneos y un activista de Igualdad Animal documentó durante días y con cámara oculta el suplicio de una bebé leona que enfermó en el zoo de Sevilla y que acabó muriendo sin atención veterinaria.

En los zoos los animales sufren, enloquecen, se hieren entre ellos, padecen enfermedades causadas por el cautiverio, son ridiculizados en penosos espectáculos, sometidos al estrés del griterío del público… Barcelona está liderando la campaña ZooXXI, una propuesta de orden internacional para la reconversión de los parques zoológicos tal y como los conocemos hoy en día, con el objetivo de adaptarlos a la ciencia y a la ética de nuestra época y que permita que, paulatinamente, el modelo de los zoológicos actuales desaparezca y devengan centros de recuperación de fauna autóctona.

Autora: Helena Escoda Casas, Activista por los derechos de los Animales.

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