En algunas situaciones, la desconfianza, la falta de recursos, de imaginación y de aceptación provocan la mofa y el rechazo entre las personas que se nutren de la muerte o explotación de otros animales y, más concretamente, en el momento en que se topan con la palabra “vegano”. Aunque no sea la primera vez en su vida que la oigan, muchos expresan sin temor a herir a nadie una opinión desde el prejuicio, a veces incluso delante del mismo vegano y lo hacen con total impunidad. Llega Veganos el Musical.
En la sala del Eixample Teatre de Barcelona, se representa Veganos el Musical, una comedia romántica que, con finos toques de humor inglés, nos ofrece una divertida exposición de todo ello, huyendo del humor fácil o de sal gorda.
Tomar la realidad cómo fuente de inspiración, es lo que ha llevado a Stanis Aboal, autor y director de la obra, junto con Jesús Horcajo como compositor, a hacernos partícipes de su visión sobre el veganismo y el amor 2.0.
En su primera producción, la compañía Pupipia Produccions, nos presenta un libreto en el que se exponen las situaciones que se derivan de tales encuentros, entre veganos y no veganos, a la par que nos invita a asomarnos a una de las partes más curiosas sobre lo que puede suceder cuando alguien decide buscar el amor en las redes sociales. Amor de fast food, rápido y sin complicaciones, con aplicaciones para móvil, múltiples opciones y citas a ciegas con cierta garantía de devolución por defecto del producto.
Durante una hora y media, el libreto da vida a 10 personajes que se despliegan a un ritmo trepidante desde el principio al fin, vistiéndose y desvistiéndose ante los ojos del espectador con diligencia, todo ello de la mano y talento de tres únicos actores.
Veganos, el Musical, una comedia romántica con finos toques de humor inglés
Claudia Abellán vivencia las circunstancias de Clara, una impulsiva diseñadora gráfica de veinte y pocos años que cultiva su espiritualidad, ama los animales y cuida del planeta con el cariño e ingenuidad propios de una juventud bien construida. Por ello es alegre, vegana, metódica, ordenada en exceso y, por lo mismo, es vista por otros no afines, como aquello a lo que vulgarmente se le llamaría un bicho raro.
Joan Gil da vida a Abel, un ilustrador suprimido por su madre, una carnicera poco comprensiva y controladora. Sin complejos, a pesar de su incipiente calvicie y gordura, sin trabajo, obsesionado con el sexo, amante de lo fácil y la comida basura, conoce por accidente a Clara en una hamburguesería y queda prendado de ella.
A partir de ése casual encuentro, nos adentramos en el modo en cómo cada uno de los personajes confrontará las distintas situaciones, siendo el amor el aderezo favorecedor para aliñar este vodevil, en el que todo se va cociendo de modo rápido e inteligente en torno al veganismo.
Un retrato desvergonzado de una parte de nuestra sociedad actual, con música en riguroso directo, gracias también al trabajo del actor David G. Llop, un pianista con todas las dotes a quien su extraordinaria capacidad interpretativa en tres de las múltiples disciplinas que engloban el oficio de actor, le permite dar rienda suelta al resto de personajes que terminan por dar forma al texto.
Pupipia Produccions es una pequeña compañía en edad y miembros, que demuestra que se puede hacer teatro musical de alta calidad sin grandes artificios ni subvenciones. Por aquello de que la necesidad agudiza el ingenio, y fruto del ingenio es la comedia, éste musical incita al olvido temporal del ruidoso mundo que hay detrás de la cuarta pared.
Autora: Mireia Miralles, Músico profesional
Bueno y Vegano Octubre 2017
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