Al menos cinco mil delfines han muerto en el Mar Negro desde el comienzo de la guerra en Ucrania. La causa de la muerte de estos animales sería el sonar militar que utilizan los barcos y submarinos rusos que están ampliamente presentes en la zona, sonar que daña el oído de los delfines e interfiere en su capacidad de ecolocalización de la que dependen para cazar, nadar y evitar a los depredadores.

delfines ucrania
©FAADA

Los delfines y la guerra de Ucrania

Así lo indica el doctor en ciencias biológicas del Parque Natural Nacional Tuzlivski Lymani, en la región de Odessa, Ivan Rusev. Tal y como publica FAADA, la pérdida de dicha capacidad hace que estos cetáceos sean especialmente vulnerables. Según Rusev, a causa de los sónares militares los delfines se desorientan completamente, perdiendo sus puntos de referencia. Se estrellan contra las rocas y ya no pueden buscar comida. Y cuando ya no pueden alimentarse, empiezan a perder peso muy rápidamente.

A causa de los sónares militares los delfines se desorientan completamente, perdiendo sus puntos de referencia

El número de cetáceos fallecidos, además, no refleja de manera exacta el alcance de la tragedia de la que son víctimas estos animales, ya que no todos los delfines que mueren acaban varados en la playa, sino que muchos otros terminas en el fondo del mar. El equipo de Rusev actualmente sólo tiene la posibilidad de vigilar «el 3-5% del litoral ucraniano». Es decir, podríamos estar hablando de «decenas de miles» de animales muertos.

Afecta a todo el ecosistema

Y no se trata solo de los individuos directamente afectados. Tal y como explica Rusev, se trata de una verdadera tragedia medioambiental, ya que la muerte de los delfines en el Mar Negro marca la muerte de todo su ecosistema. Antes de la guerra, un estudio exhaustivo de la población de cetáceos del Mar Negro había descubierto que había al menos 253.000 delfines en el Mar Negro y que las poblaciones «no habían disminuido en los últimos 20 años». Ahora, científicos medioambientales de Turquía, Bulgaria y Rumanía han informado de un aumento significativo del número de cetáceos muertos arrastrados hasta la costa. «Es decir los delfines, entre los animales más inteligentes del mundo, se han convertido en otras víctimas colaterales de la guerra y del sinsentido humano», afirman desde FAADA.

Fuente: FAADA, www.faada.org

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