En un artículo anterior, me referí a las lecciones que deberíamos aprender a raíz de los cambios de comportamiento que llevan desarrollando desde hace algunas décadas los jabalíes que viven cerca de las zonas urbanas. En este artículo, intentaré aportar consejos para intentar que nuestra convivencia con el jabalí sea más compatible. Dado que los jabalíes sólo se acercan a los cultivos y a las ciudades para buscar alimento, podemos tomar algunas medidas no violentas para evitar que causen pérdidas económicas a los agricultores, destrozos al mobiliario urbano y accidentes de tráfico.

convivencia jabalí
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Recuperación poblacional

Gestionar la convivencia con el jabalí no es sencillo, pero tampoco imposible y lo cierto es que la acción humana es lo que ha puesto a muchas especies silvestres contra las cuerdas y les ha obligado a modificar su conducta, hasta llegar al último recurso para lograr la supervivencia: la inmersión al advenedizo mundo antrópico.

El jabalí habita la mayor parte de Europa, aunque la especie había sufrido un fuerte decaimiento durante el s.XIX, llegando al borde de la extinción a principios del s.XX, inició una recuperación que se ha ido acentuando en las últimas décadas. El primer incremento poblacional se atribuyó al aumento de la superficie forestal debido al abandono de actividades como la tala de leña o el pastoreo, lo cual facilitó extensas superficies de hábitat donde podía hallar alimento y refugio. Sin embargo, la expansión de la especie en el s.XXI se debe a otros factores; actualmente, se ve favorecido por la colonización de las zonas agrícolas y áreas urbanizadas, donde es más fácil encontrar comida y donde no hay depredadores naturales.

Debemos tener en cuenta que el jabalí es extraordinariamente inteligente, por ello, ha demostrado una gran capacidad adaptativa en entornos muy diversos

El jabalí sigue una dieta omnívora oportunista, basada en el consumo que adapta según las disponibilidades. La mayor parte de su ingesta es vegetal. También ingiere carroña y todo tipo de alimentos facilitados por humanos, sea de manera intencionada o involuntaria. El consumo de plantas de cultivo, muy nutritivas, le permite lograr una óptima condición física, lo que conlleva un aumento de la tasa reproductora. Además, no hay ningún depredador natural capaz de controlar o tener un impacto significativo en las poblaciones de jabalí en casi todo el territorio peninsular. El lobo, principal predador de la especie, mantiene todavía una densidad baja.

Gran capacidad adaptativa

Asimismo, debemos tener en cuenta que el jabalí es extraordinariamente inteligente, por ello, ha demostrado una gran capacidad adaptativa en entornos muy diversos y, aunque sus mayores densidades siguen encontrándose en sus hábitats originales, los bosques de encinas, robles y hayas, en las últimas décadas su gran plasticidad le ha permitido adaptarse incluso a los entornos humanizados más hostiles: las ciudades. Las incursiones en estos espacios, se han ido intensificando y la especie ya se encuentra presente en muchas urbes, donde no únicamente consigue alimento, sino también refugio en parques urbanos. Su presencia ha causado un conflicto de intereses entre humanos y suidos, por ello, la gestión ética de la convivencia con el jabalí debe ser tomada como un reto para la humanidad del s.XXI, puesto que estos animales comparten el entorno con nosotros y matarlos a escopetazos no debería ser una opción. Y no olvidemos que su inteligencia, así como su plasticidad, son una lección magistral.

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Consejos y medidas

En el web www.senglar.cat de la Generalitat de Catalunya, encontraremos todo tipo de información relativa al jabalí, proporcionada por los estudios de seguimiento de la especie que se están realizando desde 1998, así como consejos y medidas que podemos llevar a cabo para mejorar la convivencia.

Zonas agrícolas

En las zonas agrícolas, la instalación de un cierre perimetral actúa como barrera física que impide la entrada de jabalíes u otros ungulados a determinados espacios para evitar que causen daños a los cultivos y por lo tanto pérdidas económicas a los agricultores. Es imprescindible que la malla esté enterrada en los primeros 20 cm o firmemente anclada al terreno para impedir que los jabalíes puedan levantarla y pasar por debajo. Existen diferentes diseños y materiales que se adaptan según las condiciones y los usos del terreno que se requiera proteger. En algunos casos, los vallados ya existentes requieren refuerzos. Los agricultores deberían poder acceder a subvenciones públicas para poder vallar sus cultivos.

Jardines y parques urbanos

En los jardines y parques urbanos se pueden tomar medidas para reducir los elementos atractivos para el jabalí. Concretamente, se trata de reducir los riegos, puesto que los suelos húmedos, particularmente si tienen mucha materia orgánica, alojan una rica comunidad de invertebrados (lombrices, larvas de insectos, etc.) que un jabalí detecta, aunque se encuentren enterrados, los captura removiendo el suelo con el morro y así genera las hurgadas características de la especie que pueden malograr grandes extensiones de césped o afectar márgenes de carreteras. También evitar la plantación de especies que tengan bulbos, como por ejemplo orquídeas, o que produzcan frutas (manzanas, ciruelas, etc.) que constituyen alimentos muy atractivos para el jabalí. A través de la aplicación de productos químicos volátiles de olores repulsivos para el jabalí, los animales no sufren ningún daño, simplemente se les provoca un estímulo desagradable que pueden asociar con la presencia de predadores, hecho que los disuade. No hay que confundir los dispositivos disuasivos olfativos con los productos que tienen efecto por ingesta (normalmente, eméticos), los cuales sí que provocan trastornos digestivos a los animales. Hay una amplia oferta de este tipo de productos y se deben escoger los que presenten evaluaciones que garanticen la efectividad.

En el web www.senglar.cat de la Generalitat de Catalunya encontraremos consejos y medidas que podemos llevar a cabo para mejorar la convivencia

Carreteras

En las carreteras y zonas agrícolas, la instalación de aparatos que emiten sonidos para asustar a los jabalíes u otros animales, provocando su fuga de las zonas que se requiere proteger. Estos widgets se utilizan en cantidad suficiente para la expulsión de pájaros en aeropuertos o cultivos, pero algunos modelos se han diseñado para echar jabalíes y otros ungulados. Todavía se encuentran en fase experimental.

Zonas urbanas

En las zonas urbanas, reducir el atractivo urbano para el jabalí es imprescindible. Esto se logra limitando sus fuentes de alimento, adaptando contenedores de residuos y papeleras con el objetivo de evitar que estos animales puedan volcarlos y tener acceso a los desechos. El jabalí muestra una gran habilidad para volcar grandes contenedores apoyando las patas de delante y haciendo presión hasta que consigue tumbarlo. Es un omnívoro que consume restos de alimentos que se encuentran en contenedores de residuos orgánicos. También es importante evitar que puedan acceder a los comedores de las colonias felinas urbanas y no alimentarlos directamente, porque flaco favor les hacemos, es mejor que no se acerquen a los humanos.

Tratamiento de anticoncepción en desarrollo

Por otro lado, recientemente, investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han dado a conocer los resultados de un proyecto piloto para controlar la fertilidad de jabalíes en zonas urbanas mediante un tratamiento de anticoncepción que a pesar de que se encuentra en fase experimental ha dado sus primeros resultados positivos.

Y si te encuentras con un jabalí, se te acerca y te sientes intimidado, seguramente es porque llevas comida. Si se la das y te vas, no te hará nada, no es un animal peligroso.

AutoraHelena Escoda Casas, Historiadora y antrozoóloga, profesora de ciencias sociales

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