En toda España se organizan fiestas municipales diversas en las que frecuentemente se utilizan animales. Caballos, burros y ponis son los animales estrella que se utilizan como medio de transporte o tracción. En Cataluña se utilizan équidos en 95 municipios para celebrar sus fiestas populares, fiestas que se han venido realizando durante décadas y que, a pesar de avanzar en la incorporación de ciertos criterios de bienestar y seguridad para los animales y para el público asistente, siguen obligando y sometiendo a los équidos que sufren sus consecuencias.

Hacia el fin del uso de animales en cabalgatas y desfiles

En estas festividades generalmente suele haber ruido excesivo de música, orquestas e incluso en ocasiones petardos; los animales son obligados a pisar terrenos donde no están acostumbrados a caminar, con varios tramos donde fácilmente se producen resbalones y donde el objetivo es servir de medio de transporte de jinetes y carruajes, que a veces exceden el peso recomendable. Todos estos factores hacen que los équidos padezcan miedo y se estresen, ya que pertenecen a especies que no están acostumbradas a estímulos de este tipo: algunos entran en pánico y es común infringirles dolor con las espuelas y las embocaduras para controlarles. A menudo los animales no tienen la posibilidad de parar ya que tienen a más carrozas detrás de ellos, por lo que, aunque estén cansados, son obligados a seguir caminando. Además es importante considerar que hay animales que proceden de otros municipios lejanos que deben ser trasladados, a veces durante horas y en pequeños remolques, hecho que alarga su padecimiento.

La creciente sensibilidad hacia el bienestar de los animales empieza a cuestionar el uso de caballos, burros y ponis en sus fiestas tradicionales

Los signos de miedo, agotamiento, ansiedad y dolor son fácilmente reconocibles en los animales empleados en cabalgatas y desfiles de diversa índole en los que es frecuente observar équidos con exceso de salivación, temblores, nerviosismo, sudoración excesiva, patadas, vocalizaciones o incluso intentos de fuga. Estos hechos demuestran que los animales sufren daños físicos y psicológicos, y un estrés innecesario.

El caso de los Tres Tombs en Cataluña

En Cataluña hay varias fiestas populares en las que se utilizan animales.

Los Tres Tombs son desfiles tradicionales, en los que se utilizan équidos, que llevan realizándose desde antaño en diferentes municipios. Sin embargo, dichas actividades deberían sincronizarse acorde a la evolución de la sociedad en la protección de los derechos de los animales.

Desde FAADA creemos que los Tres Tombs y en general las fiestas que utilizan équidos deben reformularse para dejar de utilizar a los animales vivos. Pero somos conscientes de que su prohibición o regulación tardará tiempo en llegar, y mientras esto no pase, solicitamos que las administraciones apliquen la ley de protección de los animales de manera estricta. Al mismo tiempo, es nuestra intención proporcionar, tanto a las mismas administraciones como a los ciudadanos y a los organizadores de estas actividades, información rigurosa y científica que demuestre el sufrimiento de los animales en estas fiestas.

Hacia el fin del uso de animales en cabalgatas y desfiles

Protocolo para evaluar y reducir el sufrimiento de los animales durante estas celebraciones

La fiesta de los Tres Tombs en Cataluña es muy diversa, cada municipio tiene su particularidad pero por lo que se refiere a la protección de los équidos, desde FAADA defendemos que es necesario asegurar el máximo bienestar a cada uno de los individuos implicados. Es por este este motivo que, tras dos años de colaboración con la Asociación Tonis de Taradell, hemos elaborado un protocolo riguroso dentro del marco de un estudio científico que cuenta con expertos de diferentes campos, (etólogos, veterinarios, técnicos en équidos…) y cuyo objetivo es medir el estrés y evaluar el dolor o el sufrimiento de los caballos que participan en este pasante.

Solicitamos que las administraciones apliquen la ley de protección de los animales de manera estricta

Se trata de un protocolo científico, riguroso y extenso, que cuenta con indicadores de bienestar y que ha supuesto meses de trabajo de investigación, reuniones y asesoramientos. Es también un protocolo con unos objetivos claros marcados, donde se tiene en cuenta no sólo el momento de la fiesta en sí, sino también de dónde procede el caballo, dónde vive, cómo vive y adónde va después de la fiesta.

El protocolo se fundamenta en tres grandes ejes. En primer lugar tiene en cuenta el animal antes del recorrido, durante el recorrido y después del recorrido. Por ejemplo, uno de los aspectos que los Tonis de Taradell han accedido a corregir es el hecho de considerar que antes de salir al pasante, los animales no pueden estar cerrados dentro de los vehículos de transporte o establos, sino que tienen que pisar el suelo.

Previamente, también se buscan animales proporcionales a los carros de los que tienen que tirar, y también se indaga en su salud, su edad, si normalmente viven en libertad o qué comen, entre otros. La eliminación de la música durante la fiesta también es uno de los aspectos que se tiene en cuenta en caso que sea adecuado. El protocolo también regula otros puntos como el manejo de los caballos.

Desde FAADA creemos que los Tres Tombs y en general las fiestas que utilizan équidos deben reformularse para dejar de utilizar a los animales vivos

Recientemente, en Enero de 2020 se procedió a monitorizar las pulsaciones de cuatro animales que participaron en el desfile de esta localidad catalana con el objetivo de conocer su estado en cada momento de la fiesta y probar el protocolo de bienestar que elaboramos conjuntamente. Entre otros, el trabajo que ha hecho por primera vez la asociación de Tonis en Catalunya regula el descanso de los animales, el peso de los carros o la música que suena durante la fiesta.

Es una satisfacción contar con la colaboración de una entidad del propio sector que, a pesar de seguir defendiendo el uso de animales, se esfuerza por proveerles del mayor bienestar en todo momento. Nuestro deseo es que dicho protocolo pueda ser adoptado y adaptado a la idiosincrasia de cada festividad con el fin de que, mientras los équidos tengan que seguir siendo utilizados en estas actividades tradicionales, se realice considerando también sus intereses y sus necesidades.

Desde FAADA seguiremos trabajando para acompañar a aquellos ayuntamientos, ciudadanos y asociaciones que tengan interés en el bienestar de los animales implicados en estas fiestas y paralelamente, seguiremos presionando para plantear alternativas éticas al uso de animales.

Más información en www.faada.org

faadaAutora: Carla Cornella, presidenta de FAADA (Fundación, para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) | www.faada.org

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