Desde hace años, las entidades animalistas han desarrollado excelentes campañas para erradicar el abandono de animales de compañía y fomentar su adopción, en lugar de su venta. Sin embargo, a pesar de que la concienciación ciudadana ha aumentado, el problema del abandono de animales adquiridos como mascotas todavía persiste, lejos de poderse erradicar. La abolición de la compraventa de animales acabaría con la problemática.
Trabajar en una protectora de animales es duro y, en ocasiones, es una de las labores sociales más incomprendidas y menos valoradas, aunque los animales siempre lo compensen con su gratitud. En España, cada año se abandonan unos 137.000 animales, la mayoría de ellos perros y gatos. Seguimos como país de la Comunidad Europea líder en maltrato y abandono. Este desastre es debido a causas diversas, el denominador común de las cuales es la falta de concienciación. El problema es muy grave y va más allá del daño que sufren los animales. La gestión del abandono (al fin y al cabo, la irresponsabilidad ciudadana) conlleva costes económicos gigantescos y las protectoras de todo el país, gracias al voluntariado y donaciones privadas, realizan un sobreesfuerzo titánico ayudando a los animales, a pesar de contar con muy pocos recursos.
Si consiguiéramos erradicar el abandono, ahorraríamos dinero público, pues esta lacra social genera importantes costes económicos a la Administración y, por ello, lo más lógico sería prohibir la venta de animales. Gestionar el abandono anual de más de 100.000 animales, su recogida, manutención y atención veterinaria en centros municipales de acogida, conlleva importantes gastos de dinero público y, por supuesto, exterminarles, lo cual para nada es una solución, sea cual sea el método, también nos cuesta dinero, especialmente cuando estas deplorables prácticas han devenido un negocio para algunos.
La abolición de la compraventa de animales de compañía significa cortar la raíz del problema
Las entidades animalistas, suelen atender un promedio de 104.501 perros y 33.330 gatos cada año, pero para un animal llegar a una protectora no es una solución adecuada, el abandono es siempre una experiencia traumática. Aunque algunas protectoras tienen convenios con los ayuntamientos de sus municipios, el importe económico que reciben es escaso y no suele cubrir lo que supone dar ese servicio. La mayoría de protectoras dependen, para sobrevivir, de sus socios y voluntarios y de las actividades solidarias.
Para afrentar una problemática tan compleja, como en la mejor medicina, deberíamos centrarnos en la prevención. Aunque no existe un motivo racional para abandonar un animal en la cuneta de una carretera, las principales causas de abandono de animales son: el nacimiento de camadas no deseadas: problemática que se puede evitar fácilmente esterilizando, y la compra de animales como si de meras cosas se tratara.
Sabemos que los animales no son mercancías vivas, son alguien y no algo, pero todavía se permite su compraventa para hacer negocios redondos. Comprar un perro de forma legal o ilegal en un criadero español cuesta entre 600 € y 2000 € o incluso más dinero. La mayoría de cachorros que se venden en las tiendas y criaderos de España proceden de Eslovaquia u otros países de Europa del Este, donde se crían en condiciones lamentables, igual que el ganado. Las condiciones son terribles para los cachorros y para sus madres. Según el Ministerio de Medio Ambiente, en el Estado español hay más de 5 millones de perros censados, pero muchos de ellos no llegan dentro de la legalidad y no todos se encuentran bien atendidos, ni son respetados en un entorno familiar.
Sin embargo, la venta de animales, especialmente de cachorros, es un abuso, es irracional y conlleva un sin fin de calamidades para ellos, abre una puerta a las mafias que se lucran a través de su cría y venta. Las mafias ganan dinero consiguiendo introducir en nuestro país de manera ilegal a más de 11.000 cachorros de raza, los cuales luego ponen a la venta por la mitad de precio. Los cachorros suelen ser destetados y separados de sus madres prematuramente y por ello muchos se enferman y mueren. Los que no encuentren comprador, terminarán sus días en pésimas condiciones, mueren a causa de infecciones o por inanición, son obligados a pelear en apuestas clandestinas o sacrificados cruelmente. Esta es la triste realidad que encontramos de la trastienda de los negocios que se dedican a la venta de mascotas. Aquellos que sean abandonados y terminen en una perrera pública, probablemente serán sacrificados a los pocos días. Tristemente, debido a la falta de controles, todavía se utilizan métodos baratos y crueles.
La mayoría de cachorros que se venden en las tiendas y criaderos de España proceden de Eslovaquia u otros países de Europa del Este
Como primer paso para paliar el problema, Catalunya y la Comunidad Autónoma de Madrid son las dos únicas autonomías cuya Ley de Protección de los Animales prohíbe explícitamente exhibirlos en escaparates, esta medida se estableció con la finalidad de disuadir posibles compras compulsivas y prevenir así el abandono, pues muchos animales que terminan abandonados son el resultado de una compra sin pensar en las responsabilidades que implica cuidar de un perro, de un gato, conejo, hámster, etc… Sin embargo, la medida todavía no es suficiente.
Con el fin de abolir la aberración que supone vender animales, en Octubre de 2018, la entidad animalista Nova Eucària registró una propuesta de Ley en el Parlament de Catalunya para solicitar la prohibición de la compraventa, cría, importación y exportación de animales domésticos considerados de compañía y exóticos, conjuntamente con la propuesta de Ley para el desarrollo del redactado de la normativa y reglamento de los refugios de perros, gatos y hurones, así como el de refugios interespecies.
Las administraciones no castigan con firmeza el abandono ni dan apoyo institucional a las protectoras de animales
Algunas administraciones públicas (ciudades y Comunidades Autónomas) han legislado a favor del “Sacrificio Cero” es decir: la prohibición de matar en las perreras públicas, pero con malos resultados por no atajar el problema en su origen. No prohíben prácticas como la compraventa, no refuerzan la esterilización ni la tenencia responsable. No castigan con firmeza el abandono ni dan apoyo institucional a las protectoras de animales. El resultado son perreras saturadas, con el perjuicio que eso supone para la salud de tantos animales.
El fin de la compraventa y el sacrificio de animales en las perreras es una de las principales reivindicaciones del movimiento animalista y una histórica propuesta política del Partido Animalista (PACMA). El proyecto Ley 0 propone la prohibición de la compraventa de animales y la esterilización obligatoria, como medidas efectivas para hacer posible el Sacrificio Cero en todo el territorio nacional. Puedes apoyar este proyecto de ley a través de la campaña: pacma.es/leycero
Pues la abolición de la compraventa de animales de compañía significa cortar la raíz del problema, puesto que es una incongruencia mantener a más de 150.000 animales en protectoras, esperando una segunda oportunidad y sacrificar cada año miles de animales no deseados, mientras se importan otros miles de animales para su venta y posible abandono. De todas formas, es de por sí una incongruencia permitir la venta de seres vivos, como si fueran esclavos o cosas y esta es la principal razón por la cual la compraventa de animales no debería estar permitida.
Autora: Helena Escoda Casas, Activista por los derechos de los Animales.
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