“Una campaña para proteger a los perros injustamente tildados de potencialmente peligrosos”. #NoSomosPeligrosos es el hashtag con el que lanzamos una campaña que recoge firmas para pedir que se modifique la Ley de Perros Potencialmente Peligrosos en España.
La inmensa mayoría de los perros que hoy están catalogados como peligrosos no han demostrado nunca la agresividad de la que se les acusa. La Ley es injusta e ineficaz pues valora la peligrosidad de los perros por la raza en lugar de por su comportamiento y ha generado una serie de problemas: la cría ilegal, la falta de socialización de los animales afectados y el abandono de las razas catalogadas como PPP.
Una ley discriminatoria desde 1999
La legislación de perros potencialmente peligrosos se introdujo en España en el año 1999 sumándose a la tendencia de otros países europeos de legislar sobre la peligrosidad de los perros en base a la raza a la que pertenecen, las llamadas Breed-Specific Legislation.
El origen de la Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos, además del efecto dominó de la regulación europea, nace de noticias que en el momento se publicaron en varios medios de comunicación, relacionados con supuestos ataques de perros pertenecientes a razas que ahora son considerados potencialmente peligrosos.
Los perros potencialmente peligrosos se encuentran regulados dentro del marco legal otorgado por La Ley 50/1999 y el Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo que la desarrolla. A parte de la ley nacional, las comunidades autónomas tienen competencias para legislar en esta materia, así como también algunos municipios. Actualmente las razas que han sido catalogadas por la ley estatal son: el Pitt Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu, éstas pueden variar por comunidad autónoma y también aquellos que cumplen con determinadas características.
Holanda e Italia ya han derogado esta ley ineficaz a favor de una buena educación tanto de perros como de sus responsables
Con la perspectiva de estos años, todos los sectores consideran que la ley no ha sido efectiva y no se ha cumplido con el objetivo buscado, pero, además, ha generado consecuencias graves para estos perros. En la actualidad, los refugios y centros de acogida están colapsados de estas razas, debido a la cría ilegal, al abandono y a decomisos por incumplimiento de los requisitos (licencia y seguro de responsabilidad civil) para su tenencia, además, son de difícil adopción por las condiciones a cumplir, perpetuando su estancia en estos centros.
Por otro lado, el hecho que la ley señale una determinada tipología de perros como potencialmente peligrosos, afecta de tal manera, que muchas personas evitan incluso pasar cerca de estos animales cuando pasean por la calle con sus responsables, situación que provoca que no sean tratados como el resto de su misma especie y que se mantengan al margen de la vida social. Esto evita que puedan socializarse o habituarse a los humanos de igual forma que cualquier otro perro, lo que les puede provocar miedo y desconfianza. Además, la obligación que sean llevados permanentemente con bozal les otorga a su vez un aspecto que invita a que sean vistos como “individuos agresivos y peligrosos”, fomentando su estigmatización. De ello, también tienen mucha responsabilidad algunos medios de comunicación que han trasladado a la sociedad una imagen muy negativa de estas razas con el fin de generar más interés y morbo en sus noticias.
Por ello, desde FAADA consideramos que ahora es de suma importancia para el Gobierno Español la modificación de la ley, que debe ir encaminada a la prevención, a dar una solución eficaz y ética a la problemática generada, a promocionar la educación para el entendimiento de la especie canina para evitar y prevenir situaciones comprometidas, a considerar protocolos adecuados en casos de incidentes y a mejorar el bienestar de los perros considerados potencialmente peligrosos.
Objetivos de la campaña #NoSomosPeligrosos
- Desestigmatizar la imagen de los perros de las razas consideradas potencialmente peligrosas.
- Modificar la Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos y el Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo que la desarrolla, para que se modifiquen aquellos artículos que perjudican directamente a los perros de estas razas.
Hacia una normativa basada en la educación preventiva e integradora
Un perro no es potencialmente peligroso por pertenecer a una determinada raza, sino por la educación que le hayan proporcionado sus tutores y las circunstancias que haya vivido. De hecho, cualquier perro de cualquiera raza tiene la capacidad de infligir daño a una persona, a otro perro o a un objeto. La correcta educación de cualquier perro y de sus responsables es la única medida eficaz para evitar posibles agresiones a personas u otros animales. A día de hoy, no existe una base de datos de registro de agresiones que permita determinar que se ha cumplido con el supuesto objetivo de la ley. Países como Holanda e Italia ya han derogado esta ley ineficaz a favor de una buena educación tanto de perros como de sus responsables.
¿Qué pedimos con la modificación de la Ley?
- Descatalogación de las razas consideradas potencialmente peligrosas. La consideración de peligrosidad ha de ser por individuo y no por pertenecer a una raza.
- Creación de un protocolo adecuado en casos de incidentes con perros, en el que se haga un adecuado seguimiento etológico, para determinar objetivamente si un perro es potencialmente peligroso. Este protocolo debe contar con un grupo de expertos en comportamiento canino, tanto de veterinarios etólogos como de educadores.
- Aumento de las sanciones por cría ilegal que conlleve la inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.
- Esterilización obligatoria, como ya se contempla en la propia ley.
- Creación de un registro único estatal donde se registren los incidentes, historial, y su seguimiento.
- Fomentar estudios para determinar en qué contextos un perro agrede a personas u otros animales y buscar soluciones constructivas.
- Fomentar en los poseedores de perros la tenencia y convivencia responsable.
- Formación obligatoria para conocer las necesidades etológicas del animal con el fin de alcanzar su máximo bienestar y preservar la seguridad de personas y otros animales.
- Recursos educativos en las escuelas para fomentar conocimientos sobre comunicación canina.
- Rebajas en el coste de las licencias de aquellos perros considerados potencialmente peligrosos procedentes de la adopción.
Para conseguir este reto necesitamos la unión y la firma de aquellas personas sensibles a este cambio que sin duda será un beneficio para los animales, las administraciones, los centros de acogida de animales abandonados y nuestra sociedad.
Desde FAADA no desistiremos hasta conseguir que los Ministerios de Interior y de Agricultura modifiquen esta ley injusta e ineficaz.
Ayúdanos con tu firma en www.nosomospeligrosos.org y difunde #NOSOMOSPELIGROSOS
Para más información visite www.faada.org
Autora: Carla Cornella, presidenta de FAADA
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