Por estas fechas muchas personas compran animales compulsivamente provocando que casi el 40% acaben abandonados poco después. Incorporar un animal a nuestra vida debería ser una acción madurada desde la responsabilidad y el compromiso a largo plazo y, si además ofrecemos una segunda oportunidad a un animal muy necesitado, obraremos humanitariamente.
Las personas que se plantean adoptar un perro o un gato, tienen el pensamiento de encontrar a un animal que les recuerda al que tuvieron en su infancia, a uno de su entorno cercano con el que tienen un vínculo especial, un cachorro… Pero la realidad muchas veces dista de ese pensamiento ideal.
Demasiado viejo. Demasiado miedoso. Demasiado enfermo. Demasiado grande. Es demasiado difícil que un animal sin raza sea para mí. Hay demasiados “demasiado” que se interponen entre los que denominamos “invisibles”, esos animales que pasan desapercibidos en perreras y protectoras, y su posible nuevo hogar. Demasiados prejuicios que, en la mayoría de los casos, no permiten a las familias ver todo el potencial que esconden aquellos perros y gatos que nadie quiere ver.
Puede que en España no haya tantos perros en la calle en comparación con otros países pero sí tenemos miles de animales que resultan igual de invisibles para una inmensa mayoría, todos aquellos que esperan un hogar en algún refugio y que son los más necesitados.
Los refugios reciben gatos y perros de todo tipo: ancianos, con algún problema de salud a veces crónico, con pasados difíciles y desconocidos que en ocasiones puede traducirse en problemas de comportamiento; también ingresan animales sin raza y, cada vez más, se acogen perros de las mal llamadas razas potencialmente peligrosas, que entre la mala prensa que injustamente se les hace y las dificultades legales para su tenencia, nadie ve ni quiere adoptar…
Sin embargo, desde las entidades protectoras se demuestra diariamente que todos estos animales, ciegos, mancos, tímidos, enfermos, abuelos,… pueden llegar a ser aquél perro o gato fabuloso que muchas personas podrían tener en mente, sólo es necesario tener un corazón abierto y dispuesto a recibir mucho, porque todos estos animales que buscan una segunda oportunidad arrastran consigo historias conmovedoras.
Este es el caso de Kitty, una gatita que fue atropellada y abandonada en la cuneta hace unos 7 meses. Como resultado del accidente perdió un ojo, la visión del otro, se quedó sorda y su mandíbula quedó lesionada. Fue necesario intervenirla quirúrgicamente, algo que resultó posible gracias a la ayuda de iniciativas solidarias de personas con un gran corazón, quienes consiguieron recaudar el importe necesario para intervenirla y colocarle un tubo de esofagostomía para poder alimentarla -pues a duras penas podía abrir la boca y le resultaba imposible comer y acicalarse-.
Su situación era muy complicada: se le tenía que alimentar 3 veces al día por una sonda y padecía mucho dolor. Así estuvo acogida durante varias semanas hasta que conseguimos acordar una nueva operación a través de la clínica felina especializada que le practicó una artroplastia bilateral de las articulaciones temporomandibulares para intentar que pudiera volver a abrir la boca. Kitty tenía tantas ganas de vivir que transcurridas 48 horas de la exitosa operación ya comía y se acicalaba. A partir de ese momento, fue acogida por una pareja con un gran corazón, quienes tras haberla cuidado en su post operatorio decidieron que Kitty ya era parte de su familia y que se quedaría por el resto de sus días.
Otro gran grupo de perros que permanecen invisibles para la mayoría de personas y que hoy en día representan un 60% de los animales abandonados en los refugios, son los que se estigmatizan como razas “potencialmente peligrosas”. Atribución por la que las autoridades castigan a estos animales a vivir entre barrotes gran parte de su vida mientras, paradójicamente, hacen muy poco para controlar su cría y su tenencia. A pesar de la mala prensa que injustamente se les hace, son animales que demuestran rasgos de lealtad, protección y que en particular son muy recomendables para convivir en familia.
Nico es un precioso cruce de pitbull de unos 10 años que fue muy maltratado por parte de su propietario -una persona irresponsable y con gran desequilibrio que habitualmente arremetía contra él-. Aun así, Nico es noble, agradecido, cariñoso y nunca ha mostrado nada más que su gran afán por besar todo lo que se mueve. Ha permanecido invisible durante 6 años y el único deseo de la protectora que lo cuida es encontrar un hogar para este maravilloso anciano que ofrece ternura a borbotones.
Las entidades protectoras dedican un esfuerzo titánico para visibilizar a estos animales y su único objetivo es que puedan ser adoptados lo antes posible, porque los que consideramos “invisibles”, paradójicamente, son los que más necesitan una segunda oportunidad, bien por su vejez, su estado de salud, su estado anímico….
Cuando decidimos adoptar a un animal con el objetivo de ayudar a uno que lo necesita, quiero pensar que lo hacemos desde la conciencia, desde el corazón, no porque el animal nos parezca más o menos bonito, o porque nos entre por los ojos, sino porque realmente queremos ofrecer una oportunidad a un ser vivo que física y emocionalmente lo necesita. Y hay tantos que lo necesitan que, si verdaderamente nos planteamos adoptar, es importante que consideremos primero a los animales que permanecen “invisibles”. En los refugios nos asesorarán del animal que puede encajar con nuestra situación personal o familiar y a la vez nos informarán sobre sus necesidades pero, en definitiva, no seremos nosotros quienes escojamos sino que, el animal se hará visible para escogernos.
Esta navidad, desde FAADA hemos diseñado un calendario para 2019 que, bajo el nombre #AdoptaUnInvisible, busca romper mitos y visibilizar las 12 buenas razones para brindar una oportunidad a quien más lo requiere. A través del mismo y, considerando el volumen de perros y gatos que esperan un hogar, y la buena voluntad de tantas personas que están dispuestas a ayudar, animamos a evitar la compra de animales para disminuir la industria de la cría y la venta, y promovemos la adopción responsable.
Si piensas que estás a punto, puedes acercarte al refugio más cercano y dejarte enamorar por un perro o un gato invisible. Darles una oportunidad a estos animales que llevan años esperando una familia es darnos una oportunidad también a nosotros y a todas las organizaciones que velan por su bienestar. Puedes consultar los animales en adopción a través de nuestro portal www.faada.org o bien visitando directamente los refugios. También puedes adquirir el calendario 2019 a través de nuestra tienda solidaria on-line.
Autora: Carla Cornella, presidenta de FAADA
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Publicado en Bueno y Vegano Diciembre 2018
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