En las cartas de restaurantes de grandes ciudades o en mercados callejeros ya es relativamente fácil encontrar platos veganos indicados como tales que conviven con otras elaboraciones para omnívoros. Incluso menús enteros. Y aunque es cierto que siguen abundando los bocadillos “vegetales” de atún o pollo, también lo es que el término vegano ya no suena a extraterrestre.

Ferias para difundir el veganismo

Las ferias y los mercados callejeros veganos juegan un papel fundamental en este paulatino cambio en la sociedad española. Porque tienen la capacidad de aumentar la difusión del movimiento, consolidar la comunidad vegana y, al mismo tiempo, mostrar de qué se trata a quienes todavía lo desconocen.

La Feria Vegana de Barcelona es un claro ejemplo de ello. “Hay gente no vegana que entra en la feria por curiosidad y se sorprende. Es un tipo de público que ha crecido sobre todo en el último año”, explica Roberto Lemes, quien está implicado en la organización de la misma desde sus inicios.

El evento animalista nació gracias a la dedicación y al compromiso de cinco personas migrantes que inspirados en mercados de artesanía de Sudamérica quisieron montar algo parecido en Barcelona. Cinco artesanos que querían combinar su trabajo con su compromiso y lucha por la liberación animal. Así pues, en la Feria Vegana de Barcelona se intenta mostrar todos los lados del movimiento vegano porque “es más que una dieta”, recalca Lemes.

La Feria Vegana de Barcelona cumplirá media década a finales de 2018. Con entrada libre y gratuita, se celebra un sábado (de 14.00 a 21.30) o domingo (de 13.00 a 20.30) de cada mes en el Casal de Barri del Pou de la Figuera, situado en el centro de la Ciudad Condal. Se trata de un emplazamiento fijo que consiguieron tras tres años de trabas y de deambular por otros centros de la urbe.

¿Qué ofrece? En cada feria hay unos 16-17 expositores. Algunos, como los de pequeños santuarios y refugios antiespecistas, tienen un espacio fijo cada mes, y otros van rotando para poder dar cabida a todos los demandantes. “Buscamos que siempre haya diversidad: puestos de comida, cosmética, bisutería, libros, revistas, ropa y  complementos, todo artesanal y 100% vegano”, expone Roberto Lemes. Además, siempre hay mínimo una charla -desde nutrición hasta experiencias de personas que han estado presas por acciones de liberación animal o presentaciones de libros- y material informativo gratuito. En algunas ediciones también hay música en directo.

Si bien les cuesta atender todos los requerimientos de los participantes, Lemes valora positivamente la evolución del evento. “Desde hace un par de años ha habido un crecimiento importante de público. Somos resilientes, hemos ido consolidándonos poco a poco y estamos orgulloso por ello”. Y no es para menos, puesto que llevan casi cinco años organizando la única feria vegana con carácter mensual que se celebra en España.

Sí hay cada vez más ferias veganas anuales. VeggieWorld aterrizó en Barcelona en abril de 2017. El evento, una iniciativa de la asociación internacional ProVeg, contó con unos 70 expositores y tuvo más de 5.000 visitantes. Tras el éxito inesperado, la segunda edición se celebrará en un recinto más amplio a finales del próximo noviembre.

En los últimos años, otras ferias de la misma temática han ido naciendo por la península. Es el caso del Vegan Fest Alicante, que celebró en 2017 su tercera edición en el Centro Cultural Las Cigarreras con conferencias, conciertos y un mercadillo; la Feria Vegana de Valencia, que en 2017 cumplió dos años; y el Vegan Street Madrid, cuya segunda edición tuvo lugar el pasado mes de junio. Además, en varias ciudades españolas también se organizan rutas de tapas veganas. Todo con el objetivo de concienciar a la población sobre el movimiento vegano y los derechos de todos los animales.

Autora: Cristina Fernández, Periodista & Blogger, www.paladarvegano.blog

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Publicado en Bueno y Vegano Octubre 2018

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