Giovanna Constantini, coordinadora del área de comunicación de FAADA, entrevista a Roger Olmos, ilustrador vegano. Ilustraciones que nos ayudan a acercar verdades escondidas en forma de poemas visuales en donde al espectador no se le revuelven las tripas al ver las imágenes.

Conversando con Roger Olmos: ilustraciones veganas para educar a los más pequeños¿Quién es Roger Olmos y cómo empezó su carrera artística?

Soy alguien que observa como una vieja cadena que aguanta una puerta ha dejado un surco pendular en la pared tras años y años de soltar el candado y dejarla caer. Me fijo en los muy pequeños detalles que son los que me han enseñado que a la hora de realizar una ilustración hacen que esta cobre vida. Les da un pasado y futuro escapando de la instantánea mostrada sobre el papel. Alegre, de risa fácil y de mucha llorera ante escenas emocionalmente intensas.

Empecé de súper enano, ya en el colegio como todo el mundo. A diferencia de los demás quizás es que yo nunca lo dejé, y tenía mano para ello, lo deduje porque mis dibujos siempre estaban colgados en el despacho del “dire”. El culpable de esto mi señor padre, que era un gráfico de la época, guache, aerógrafo y Letraset rasca rasca pero sin premio (mamé todo eso).  Estudios básicos aprobados de “rasquis” por ir siempre “empanao”, entro en la escuela Llotja de Barcelona y ahí descubro la ilustración infantil y sus posibilidades humorístico-imaginativas. Y desde entonces ha sido un no parar…

 ¿Por qué los animales están tan presentes en tu obra?

El reino animal no humano siempre ha tenido un papel muy importante en la literatura infantil, especialmente en álbumes ilustrados. Entre otras cosas, a mí me encanta dibujar animales, son muy distintos entre especies, colores, texturas tamaños, posibilidad de exagerar sus proporciones dotándolos de distintas psicologías sin temor a que sean demasiado monstruosos ya que al no ser nada humanos no aterrorizamos al posible lector infante. Y a nivel de trabajo también es muy distraído. A parte de esto, me encanta mostrar animales cercanos a los protagonistas, también pensando en que los chavales empaticen con ellos, les caigan bien, les cojan cariño, los respeten. Que al fin y al cabo es de lo que va todo esto.

leche ilustración

La mayoría de ilustraciones infantiles nos muestran imágenes de animales de “granja”, “circo”, “zoológico” felices y contentos: ¿por qué la realidad que dibujas tú es diferente?

Para mí son campos de concentración, animales prisioneros privados de libertad siendo cebados para sacarles partido de la forma más agónica para ellos y económica para el granjero. No es un lugar en donde contar historias felices para los chavales. Allí para mí solo hay crueldad, explotación, estrés, enfermedad, sangre y muerte.

Yo soy más partidario de que si queremos mostrar esos lugares, de acuerdo, hagámoslo porque existir, existen, pero no mintamos

Mostremos como adiestran animales salvajes con métodos brutales para que teman al látigo, para que sepan que habrá castigo si no lo hacen bien. Que viven privados de libertad, encadenados y encerrados, que añoran correr, su hábitat natural, su manada, no son felices. Son lo opuesto a felices.

¿Qué crees que cambiaría para los animales si todos los libros e ilustraciones infantiles decidieran cambiar el cuento y seguir tu línea?

Para hijos y padres sería una gran lección. Y eso a la larga haría que vieran las jaulas de otro modo. Soy partidario de que en la literatura  ya sea infantil o juvenil, desde la fantasía o realidad tenemos los autores una función educativa, y esta ha de ser en positivo, tanto para mostrar realidades crueles como para dar alegrías o echarnos unas risas. Pero no podemos mentir. Imagínate que en todos los hogares, escuelas, bibliotecas, clubs de lectura etc. en todas estas sesiones ya sean individuales o colectivas con los chavales, se empezara a reforzar y a insistir que ni zoos ni circos ni delfinarios ni granjas son lugares donde lo pasen bien. Se empezara a hablar de santuarios de animales, de protegerlos, de no privarlos de libertad, y los que no puedan vivir libres pues cuidarlos, de adoptar y no comprar….

¿Cómo empezaste tu colaboración con FAADA?

Hacía ilustraciones que vendía y los beneficios los donaba a algunas causas. Me fijé en su trabajo, puesto que es muy plural. Defienden a todos los animales y trabajan de manera muy efectiva y profesional. Y casi toda la Fundación está conformada por mujeres muy preparadas, implicadas, y muy cañeras, me encantó el concepto.

Me fui implicando con temas de asesoramiento por algunos rescates y voluntariados. Y hasta día de hoy sigo colaborando activamente en varios de sus proyectos y campañas.

¿Nos cuentas cómo nace SIN PALABRAS?

En realidad SP fue idea de mi compañera. Ella me propuso hacer algo de carácter animalista, ético. Yo ya era vegano y me había impactado Earthlings mucho,  y creía que todo el mundo debía verlo. Así que empecé a darle vueltas.

Tiempo después, lo propusimos a FAADA y les gustó la idea. Luego decidí ir más lejos, centrarme en más ámbitos, y en mi afán por comunicar con la imagen quise hacer algo que no había visto hasta el momento. Acercar verdades escondidas en forma de poemas visuales en donde al espectador no se le revolvieran las tripas al ver las imágenes. Y que fuese él mismo quien descubriera la respuesta de lo absurdos, crueles o egoístas que somos los humanos, sin darnos cuenta.

¿Y AMIGOS?

Amigos vino un tiempo después de SP, y fue a raíz de un comentario que me hizo la periodista Ruth Toledano. Me comentó que se sentía traicionada desde la infancia, que todos esos dibujos animados que veía, los peluches que tenía, el cómo se enamoraba de animalitos que se encontraba durante su infancia, luego sin darse cuenta su familia se los ponía troceados en un plato para que se los comiera. Y dije ¡Tienes razón! Ese comentario estuvo dando vueltas en mi cabeza hasta que un día se lo comenté a mi editora en Italia, que era quien junto a FAADA publicó SP. Le gustó la idea, y sacó el libro. Aquí lo visual nuevamente cobra mucha importancia. No hay texto, son todo imágenes evocadoras, y el esfuerzo consiste en que la persona que mira el libro, empatice con la niña, y así ha sido.

ilustración vegana¿Algún feedback en especial que te haya emocionado de manera particular?

La imagen del abrazo final ha resultado ser casi todo un símbolo en el mundo del veganismo. La he visto reproducida en diez mil lugares distintos, a lo largo del mundo, en tatuajes, en murales, ilustrando reportajes que me he encontrado por internet. Gente que la ha usado para ilustrar sus frases… no sé, en muchos sitios. O la del elefante encadenado también. La imagen da mucho juego, y me encanta.

 Esta es una entrevista para BUENO Y VEGANO, ¿eres vegano?

Sí, hará bastantes años, unos diez… no lo sé (soy muy malo contando). Yo antes comía de todo y los animales me encantaban, incapaz de hacerle daño ni a una mosca y me cabreaba y gritaba y enfurecía a matar a cualquiera que viese pegando a un animal. Pero claro, me faltaba el clic!

Un día mi compañera me pidió que viera un documental, Earthlings, ella ya no comía carne desde muy jovencita. No lo pude acabar. Decidí hacerme vegetariano, y a los tres días vegano. Y que os voy a contar, siempre de buen humor, me siento bien y encima no puteo a nadie. Te das cuenta que no estás siendo consecuente contigo mismo… y eso es importante para mí. Ser coherente y respetuoso.

faadaAutora: Giovanna Constantini, Coordinadora del Área de Comunicación de FAADA

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Publicado en Bueno y Vegano Julio-Agosto 2018

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