“Enseñar a una niña a no pisar la lombriz, es tan beneficioso para la niña como para la lombriz”. Ponerse en el lugar del otro ser vivo –independientemente de si tiene piel, plumaje o pelaje,- para reconocer y comprender sus necesidades, nos facilita mantener una relación más compasiva para con todos. Educar en valores y habilidades sociales como la empatía y la compasión nos facilita la convivencia, entre los humanos y el resto de animales.

Educar en valores como la empatía y la compasión

Vivimos en una sociedad donde la violencia y los conflictos rigen las relaciones sociales en muchos espacios de nuestro entorno. Considerando cómo tratamos a los animales y cómo nos tratamos entre nosotros, podemos decir que vivimos en una sociedad discriminatoria de la que resultan actitudes como el racismo y la xenofobia, la transfobia, el machismo, el clasismo, la pobreza y el especismo para transformarse en agresiones de todo tipo. Probablemente estas agresiones tengan lugar cuando no entendemos la posición del otro, cuando no entendemos su sufrimiento…cuando no le respetamos.

Mahatma Gandhi sostenía que “las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”.

Una sociedad más inteligente emocionalmente resulta una sociedad más compasiva y comprensiva

La educación, en su finalidad, persigue la mejora del ser humano y debería facilitarle herramientas para desarrollar sus potencialidades. La escuela, institución educativa por excelencia, es un espejo de la sociedad donde se refleja el modelo social y cultural imperativo que reproduce algunas conductas y actitudes impregnadas de violencia. Sin embargo, a su vez, tiene la capacidad de dejar de ser un espacio de reproducción socio-cultural y devenir una herramienta de transformación personal y comunitaria para construir una sociedad más justa, respetuosa y harmoniosa donde la cultura de la paz sea el marco que la sustenta.

La escuela actual promueve modelos de convivencia basados en el respeto, la empatía y la igualdad, impulsa lo que se denomina educación en valores, que, aunque pueda parecer un concepto relativamente nuevo que sólo podría ser creado en las sociedades prósperas de la actualidad, filósofos como Sócrates ya defendían la idea de que uno de los pilares fundamentales de la educación es el objetivo de crear buenos ciudadanos.

Una sociedad más inteligente emocionalmente resulta una sociedad más compasiva y comprensiva. Y uno de los elementos clave de la inteligencia emocional es la empatía, el ponerse en el lugar del otro, para comprenderle y aceptarle, para respetarle.

Sabemos hoy mucho más de lo que sabíamos hace treinta años sobre la importancia de desarrollar la empatía, especialmente en la juventud. Hemos aprendido que ayudar a las niñas y niños a desarrollar la empatía es bueno para ellas y ellos, y también para las comunidades. Tanto es así que, investigaciones recientes vinculan el desarrollo de la empatía y la compasión al desarrollo de una personalidad más dialogante, cooperativa, capaz de resolver los conflictos con actitudes lejanas a la violencia.

Elisabeth Gredley, precursora en la introducción de la Educación Humanitaria, afirma que: “los niños y niñas más amables con los animales tienden a ser más amables con sus compañeros/as humanos”.

La educación, en su finalidad, persigue la mejora del ser humano y debería facilitarle herramientas para desarrollar sus potencialidades

Desde FAADA trabajamos en esta línea, desarrollando la esencia de la Educación Humanitaria, una corriente educativa que vela para garantizar la paz y la convivencia en la sociedad desde los espacios de intervención educativa. Impulsamos distintas acciones educativas que promueven el desarrollo de actitudes positivas y de cuidado para encontrar maneras de relacionarnos con la naturaleza, con los animales no humanos y entre nosotros mismos que sean enriquecedoras y solidarias.

educación humanitaria

Integrar el respeto a la vida, en todas sus formas, es cuidar de nuestro planeta, porque todo está interconectado, no podemos salvar una especie de la extinción si no protegemos su hábitat, pero eso tampoco es posible si la población local no se implica porque no se siente respetada y valorada.

Nuestro compromiso se traduce en un programa de sensibilización sobre el respeto y la convivencia con los animales más cercanos, los animales de compañía. 

La metodología que utilizamos incide en dos cuestiones fundamentales: el desarrollo de la Educación Humanitaria a partir de la empatía aplicada a los animales más cercanos. Además, trabajamos también para conseguir que el respeto a los animales sea promovido y declarado en el actual currículum escolar de la Generalitat de Catalunya así como en la Ley educativa vigente (LOMCE).

¿Cómo lo hacemos?

  • Emprendemos formación de calidad al colectivo docente: a partir de cursos reconocidos y acreditados para dotar a los maestros, profesores y educadores en general de las herramientas que permitirán facilitar a los jóvenes la incorporación y el desarrollo de las habilidades sociales como la empatía, el respeto, la compasión y la responsabilidad, entre otras.
  • Formamos a colectivos educativos no docentes.
  • Planificamos estrategias educativas encaminadas a fomentar el respeto a los animales, el medio ambiente y los derechos humanos conjuntamente con las administraciones.
  • Colaboramos con las administraciones y centros educativos para que dentro del marco escolar no se lleven a cabo actividades que sean contradictorias con el respeto a los animales o que fomenten el maltrato y la discriminación de los mismos.

Formarse en educación humanitaria: un bien para nuestra comunidad

Más de 200 personas han realizado nuestra formación en derechos humanos, ética ambiental y protección animal, y actualmente están aplicando en la escuela distintas actividades para desarrollar la empatía entre los estudiantes, para proporcionarles herramientas que les ayuden a solucionar los conflictos de una manera positiva y pacífica, así como generar conciencia hacia las dificultades en las que se encuentran los demás animales con quienes compartimos el planeta.

El curso de formación está dirigido a profesionales de la educación, tanto académica (maestras de primaria y profesorado de instituto), como no académica (monitores de talleres extraescolares y tiempo libre), reconocido por el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya e incluye los derechos humanos, el cuidado del medio ambiente y la protección animal como dimensiones interconectadas e integrantes de una sociedad justa, armónica y saludable.

¿Qué aporta el curso al docente?

La aplicación del contenido del curso en el aula, facilita al docente más herramientas para poder abordar los conflictos que pueden emerger entre los alumnos. Complementa los instrumentos para abordar las diferentes necesidades socioeducativas del momento como la gestión de la discriminación, el rechazo, el bulling, el sexismo y otras formas de agresión.

¿Qué aporta el curso al alumno?

A través de la reflexión y la práctica le facilitará trabajar la empatía, la compasión y el respeto desde una mirada global e integradora. Vivirá los beneficios de relacionarse de manera más cooperativa y cordial con los seres humanos y con los otros animales.

Aprender a convivir y a respetar a los animales es necesario porque estas relaciones son beneficiosas para ambas partes y desde FAADA estamos comprometidas con esta convivencia respetuosa.

faadaAutora: Carla Cornella, presidenta de FAADA

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Publicado en Bueno y Vegano Abril 2018